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El Macba exhibe el arte realizado por locos de los fondos Prinzhorn

Meticulosos, obsesivos, oníricos y, en ocasiones, obscenos. Parecen un compendio de los distintos movimientos de vanguardia que han atravesado el siglo, aunque su intención nunca fue artística. Son los cerca de doscientos dibujos realizados por 53 enfermos mentales entre 1890 y 1920, que entre el 26 de enero y el 25 de marzo presenta en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba). Los dibujos pertenecen a la colección que reunió hacia 1920 el psiquiatra e historiador del arte alemán Hans Prinzhorn (1886-1933) en la Universidad de Heidelberg.

'Exijo que todo el personal de este manicomio sea encerrado durante el mismo periodo de tiempo y se le administren los mismos venenos insidiosos', decía Carl Lange como colofón de la historia que escribió en el margen de un dibujo simbólico. De Lange se sabe sólo que había nacido en 1852, que era comerciante y que su diagnóstico era esquizofrenia. De Emma Hauk no hay referencias biográficas más allá del nombre y de sus dibujos, todos ellos casi ilegibles caligrafías en forma de cartas a su marido, en las que repite la misma palabra una y otra vez: 'Komm' (ven).

Influencia

Cada dibujo es un caso, una historia generalmente de soledad y angustia que ahora sólo puede adivinarse o intuirse. Tienen, desde luego, interés científico, o por lo menos la circunstancia de sus autores les otorga una curiosidad añadida, pero también en casi todos los casos sorprende su calidad estética, fruto no de un aprendizaje formal -sólo hay indicios de que dos de los enfermos hubieran sido antes artistas-, sino de la necesidad del paciente de expresar su mundo interior.

Prinzhorn, que consiguió reunir más de 5.000 obras, publicó en 1922 un libro con estas piezas que impresionó fuertemente a artistas como Alfred Kubin, Paul Klee, Oskar Schlemmer, Max Ernst y, más adelante, Jean Dubuffet. Es lógico este interés, ya que muchos artistas de vanguardia apelaban al subconsciente y a la capacidad creativa de los individuos, más allá de las normas académicas o la habilidad manual.

La colección sufrió muchos avatares. Durante el nazismo, el centro de Heidelberg fue ocupado y en él se realizaron numerosos experimentos con los enfermos, buena parte de los cuales acabaron en campos de concentración. Algunos dibujos se exhibieron en la famosa exposición de 'arte degenerado' que organizaron los nazis. La recuperación internacional llegó en 1996, año en que empezaron una serie de exposiciones que finalizan ahora con esta presentación en el Macba, realizada en colaboración con el Drawing Center de Nueva York. El 13 de septiembre está previsto que se inaugure el Museo Prinzhorn en la Universidad de Heidelberg y, si las protestas por el hecho de que este edificio utilizado por los nazis se destine ahora a museo no consiguen paralizar el proyecto, será después muy difícil que la colección salga de Alemania.

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