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Manu Chao cumple con Fidel Castro y rinde homenaje al Che

El concierto recuerda en Cuba el 42º aniversario de la muerte del guerrillero

La capital cubana fue escenario el viernes del segundo concierto al aire libre de un cantante extranjero en menos de un mes. La convocatoria no fue blanca ni apolítica, como la de Juanes y los músicos que le acompañaron el pasado 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución.

En esta ocasión el protagonista era Manu Chao y el propósito más bien rojo: rendir homenaje al Che Guevara en el 42º aniversario de su muerte en Bolivia. El autor de Desaparecido ofreció un concierto acústico, a dos guitarras y bongó, y dedicó "a los enemigos del pueblo cubano" la canción que dice "...lo que me hizo tu maldad no tiene nombre / pero ha llegado sin piedad el contragolpe".

La escalinata de la Universidad de La Habana, con todo, se quedó grande. Acudieron miles de personas, pero bastantes menos de lo que se había esperado teniendo en cuenta que había varios datos a favor: el concierto era gratuito, era viernes noche y la organización había sido oficial, por la asociación de jóvenes creadores Hermanos Saiz, en colaboración con el Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de la Música.

La actuación, a pesar de ser gratuita, tuvo menos público del previsto
Dos espontáneos se subieron al escenario con la nueva bandera de Venezuela

Manu Chao compartió escena con Kelvis Ochoa, uno de los músicos de Habana Abierta que, después de probar suerte en España, ha regresado y ahora triunfa en su país. Actuaron también los trovadores Adrián Berasaín, Fernando Béquer y Tony Ávila.

La idea de rendir tributo musical al Che Guevara curiosamente procede de Fidel Castro. Se le ocurrió al Comandante antes de enfermar, durante la última estancia de Manu Chao en la isla, en marzo de 2006, cuando ofreció un concierto con su grupo Radio Bemba Sound System en el malecón de La Habana, frente a misión diplomática de Estados Unidos. El músico francoespañol se comprometió entonces. Y ahora cumplió su palabra.

"El Che es y seguirá siendo una figura emblemática para la izquierda mundial", dijo esta semana, cuando le preguntaron porqué quería cantar a la memoria del guerrillero. Mañana lunes, Manu Chao ofrecerá un segundo concierto en la ciudad central de Santa Clara, donde están enterrados los restos del Che Guevara.

Manu Chao en esta ocasión llegó a la isla sin su banda, acompañado sólo de Madjid, a la guitarra, y Miguel, en la percusión menor. Con ellos ofreció un concierto repleto de energía. Repasó sus éxitos, desde las famosas Clandestino y Desaparecido, de sus primeros discos, hasta temas como Calle o Tómbola, incluidos en su último trabajo, Baionarena, un concierto de dos horas y media grabado en vivo en Baiona (Francia), que salió a la venta en septiembre.

No deja de ser curioso que las letras y el mensaje de Manu Chao no tengan tanta pegada en la isla como fuera de ella. El público era en su mayoría muy joven y alternativo, y aún así -o quizás por ello- pocos se sabían las canciones. Entre las primeras filas los más afines bailaron y botaron durante los 45 minutos en los que Manu Chao actuó en solitario. Incluso se subieron al escenario un par de espontáneos con una bandera de la Venezuela bolivariana tratando de besarle. Inmediatamente, un policía de uniforme y con cara de pocos amigos subió al escenario, y el propio artista tuvo que detenerle.

Y mientras un grupo de artistas plásticos pintaban varios cuadros en homenaje al Che, Kelvis Ochoa levantó a los asistentes con su música pegajosa y festiva, también nostálgica, compuesta en gran parte en la época de su exilio madrileño. Otra paradoja más, a tono con el final del concierto, que acabó con ambos en la escalinata al ritmo de Volando voy, volando vengo.

El músico francés Manu Chao, en un momento de su actuación en La Habana
El músico francés Manu Chao, en un momento de su actuación en La HabanaAP
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