Matanza aburrida
La llegada y el asentamiento en las pantallas de los espías con permiso para matar significaron otros permisos libertinos para los realizadores de filmes de espías. La discreción y el disimulo de los agentes secretos y las curvas de las vamps dejaron lugar a la ostentación armamentística de ellos, y a las angulosas mandíbulas de ellas, que, aunque no tuvieran permiso, rivalizaban en hazañas. El fenómeno humano dejó lugar al fenómeno científico. El terrorismo sustituyó a la guerra fría y los artífices de modernos artilugios relevaron a los ideólogos.Aquí el agente de la CIA se dedica a enfrentarse a los terroristas y a su oponente femenina, la más sanguinaria entre todos, y que la propia organización transformará en un cyborg, mitad mujer, mitad máquina, convertida en arma mortal para sus antiguos cómplices. El realizador, Allan HoIzman, pretende utilizar sus conocimientos del montaje para no darnos respiro, pero a pesar de durar hora y media y de existir multitud de ráfagas de disparos, el interés no aumenta conforme se avanza hacia el Final previsto.
Retaliator, programada para matar
Dirección: Allan Holzman. Guión: Robert Short. EE UU, 1986.Intérpretes: Robert Ginty, Sandaffl Bergman, James Booth, Alex Courtney. Paz, La Vaguada, Candilejas y Europa.