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McCarthy: "Espero que con Obama cambien las cosas para los inmigrantes"

El actor de 'The wire' presenta 'The visitor', un drama sobre la inmigración ilegal con el que prosigue su carrera tras las cámaras

Hace cinco años el actor Tom McCarthy (Los padres de ella, Buenas noches, y buena suerte o Banderas de nuestros padres) llegó a San Sebastián a concursar con su primer filme como director, Vías cruzadas (The station agent en su título original). Acabó reventado entre la promoción, la noche donostiarra -que como descubrió el neoyorquino, da mucho juego- y los cánticos matinales de los bravos piquetes vascos: los empleados del hotel María Cristina hicieron huelga durante el festival de cine. Dormir, durmió poco. El martes volvió a España con su segundo largometraje, The visitor, y esa misma tarde comenzaron a ocurrirle cosas curiosas: él, que asegura ser un tipo pulido "que hace maletas perfectas", se había dejado los calzoncillos en su casa en el Village. Así que de la mano de la traductora se fue a unos grandes almacenes a aprovisionarse y a la salida, según hablaba de su pasión por Pedro Almodóvar, se chocó con el director manchego. "Soy un gran fan suyo. Nos habíamos conocido en unos premios BAFTA y ayer [por el martes 10] fue muy amable, porque tenía en su lista de filmes para ver The visitor, y hemos hablado del suyo".

El miércoles, McCarthy descubrió que en Madrid también estaban Tony Gilroy y Clive Owen, director y protagonista de Duplicity, filme en el que actúa McCarthy y esa noche hubo exaltación eterna de la amistad entre los dos actores. El jueves... en fin, baste decir que el sábado a las dos de la tarde, McCarthy, vampírico, paseaba por la Latina a la búsqueda de un local donde tomar un brunch junto a una de las actrices de su reparto, Hiam Abbass.

Sin papeles en Nueva York

Entre medias, al neoyorquino de 42 años le dio tiempo para charlar con la prensa de The visitor, una estupenda película indie con la que su protagonista, Richard Jenkins, ha sido candidato al Oscar. A su lado, Hiam Abbass (Nazareth, Israel, 1960), una actriz palestinoisraelí conocida en España por Paradise now y Los limoneros (seis meses en cartel en Madrid), que le da una dignidad impresionante a su papel. Jenkins encarna a un profesor que, de vuelta de su universidad a su casa en Nueva York, en la que no ha estado desde la muerte de su mujer, descubre a una pareja de inmigrantes sin papeles alojada en el piso. Los chicos han sido víctimas de un timo, han pagado el alquiler y sólo la generosidad del profesor no les lleva a la calle. Eso sí, la falta de papeles llevará al chico a la cárcel, y sólo su madre (encarnada por Abbass) y el profesor lucharán porque no acabe desapareciendo en las cloacas de la burocracia de Estados Unidos.

McCarthy necesita mucho tiempo para rematar sus guiones. "Con el primero estuve tres años; con éste, cinco". Parte de la escritura la realizó en París, "porque así me alejaba del típico Nueva York descrito por alguien de allí. Es verdad que soy lento escribiendo, pero he estado muy ocupado como actor [ha participado en la serie The wire]. En realidad, con cuidar mi calendario, vale: tengo las prioridades claras".

Cuando McCarthy empezó el guión, Obama ni siquiera era candidato presidencial. ¿Cambiarán las cosas ahora en EE UU para los inmigrantes? "Eso espero. Ha empezado con la actitud adecuada: comprometido y directo a los problemas. En esta película hay cierta reflexión sobre el 11-S, sobre esos centros de detención y sobre el trato que damos a los inmigrantes". A su lado se sienta Hiam Abbas, recién llegada del aeropuerto. ¿Cómo la encontró? ¿Había visto sus filmes o sus pequeños trabajos en megaproducciones como Munich? "¿Esta actriz en particular?". "Sí, yo", pone voz grave Abbas y estalla en risas. "La había visto en un filme tunecino, y luego comencé a recuperar su filmografía". ¿Y deja que los intérpretes metan mano en sus guiones? "Para un director lo más difícil de conseguir es el tono. Y yo creo que el mío es muy determinado. Ellos son actores fuertes, que han sabido mejorar los papeles gracias a su talento". Abbas interviene: "Él vino con un guión claro, pero fue muy interesante porque no había método, ni respuestas al final. Había una historia, me dejó corregir las pequeñas erratas que había en el libreto sobre la cultura árabe en pos de la autenticidad y la honestidad". Dos características muy importantes de The visitor. "Exacto, y él supo sublimarse para bien del filme".

Ambos llevan un ritmo muy alto como actores. "Lógico, ella tiene hijos; yo, un perro...". ¿Tanto le cuesta el perro? " Es que es de muy alta cuna. En realidad, es que cómo no voy a aceptar algunas de las propuestas que recibo. Es la profesión que escogí y la que amo". "Estoy de acuerdo con Tom. Si la gente se interesa en mí, no puedo rechazarla". Tom le mira y se ríe. Hima le pega con cariño. Vuelta a la seriedad, a la soledad digna de los personajes de The visitor. "Nos encontramos a nosotros muy poco a poco. Estamos solos en la vida, y creo que el ser humano cambia según se comunica con otros. No quería que se perdiera la dignidad de los personajes". "Sufren de una manera positiva, y empuja y conecta al público en ese sentido", apunta Abbas. McCarthy la mira con cariño y sólo puede asentir... mientras pide un agua. "La noche, ya sabes".

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