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Miquel Navarro, elegido miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando

El escultor valenciano es uno de los referentes del arte contemporáneo español

El pintor y escultor Miquel Navarro ha sido elegido académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la que ocupará la vacante dejada, por fallecimiento, de Juan de Ávalos. La candidatura del artista valenciano fue presentada por los académicos Francisco Calvo Serraller, José Luis Sánchez y Julio López.

El nuevo académico es uno de los referentes más importantes del arte contemporáneo valenciano y español, con una amplia proyección tanto dentro como fuera de nuestro país. Su contribución a la renovación del lenguaje escultórico contemporáneo, así como la repercusión internacional de su obra, le han sido reconocidos con los diferentes premios que ha obtenido como el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1986, el Alfons Roig de la Diputación de Valencia (1987), el Nacional de la Asociación de Críticos de Arte (AECA) ARCO 95 o el Valencianos del Mundo, que otorga la Generalitat Valenciana.

En la actualidad, trabaja en una fuente para la Expo de Zaragoza, además de exponer muy a menudo en los países asiáticos, sobre todo en China. Además, en junio expondrá en el IVAM una muestra con figuras de gran tamaño y baraja una oferta para los Juegos Olímpicos de este año.

Nacido en Mislata (Valencia) en 1945, Miquel Navarro estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y, a pesar de que inició su carrera como pintor y trabajó en el diseño industrial aplicado a la cerámica, desde 1972 se dedica casi exclusivamente a la escultura. En ese año hizo una especie de volcán-chimenea en que empleó material refractario, arena suelta y, en el interior, una pequeña resistencia para quemar incienso y producir humo en la propia sala donde se expuso.

Vocación por los paisajes escultóricos

Desde 1974, su obra se centró en la elaboración de paisajes escultóricos, instalaciones y montajes de pequeños elementos variables que forman paisajes urbanos y rompen los límites entre la escultura y la arquitectura. Del maleable barro de sus primeras figuras pasó al plomo y al zinc, materiales que predominan en sus conjuntos escultóricos, como el vidrio, la piedra, el yeso y diversas maderas.

Una constante de Navarro ha sido tratar de comunicar su idea de ciudad, a través de un estilo artístico estructurado por volúmenes y espacios concebidos desde la unión entre la más pura escultura y arquitectura, o de la pareja formada por la plástica y la cerámica. Su trabajo se podría definir interesado en las instalaciones y montajes, a modo de paisajes escultóricos.

En enero de 2005, donó al Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) 513 obras de distintas técnicas y lenguajes que reflejaban su evolución a lo largo de más de cuarenta años de actividad creadora. Su obra se expone en varios de los museos más conocidos del mundo como el Guggenheim de Nueva York y de Bilbao; la Fundación Lambert, de Bruselas; el Nacional Centro de Arte Georges Pompidou, de París; el Mie Prefectural Art Museum, en el Japón o el de Arte Contemporáneo de Barcelona.

El escultor, Miquel Navarro
El escultor, Miquel NavarroJESÚS CÍSCAR
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