Numancia resiste en los tribunales

Nuevo espaldarazo judicial a la protección del entorno de Numancia, el enclave de Soria donde estuvo asentada una ciudadela celtíbera que resistió durante casi dos décadas los ataques de Roma, que tuvo que enviar a su mejor general, Escipión el Africano, para asediarla en el año 134 antes de Cristo. Escipión se salió con la suya, pero durante años la zona ha conservado las huellas de aquel episodio histórico y no ha sufrido profundas alteraciones. Es ahora cuando la coincidencia de tres proyectos urbanísticos amenaza con impactar en el entorno de forma irremediable.

Una de las iniciativas, la construcción de un polígono industrial a 400 metros de La Rasa, donde se localiza uno de los siete campamentos romanos del cerco de Escipión, está más en el aire tras el auto del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Soria, que decreta la suspensión cautelar de la expropiación de los terrenos privados donde se ubicaría el polígono, acordada por el pleno del Ayuntamiento de Soria el 1 de agosto de 2008.

El magistrado Norberto Freire decreta la suspensión cautelar porque existe "un interés general en proteger todo el entorno de Numancia que podría quedar irreversiblemente dañado con la ejecución inminente de las obras". La medida estará en vigor hasta que se dicte sentencia firme.

Este auto es el segundo que se pronuncia en el mismo sentido y paraliza el proceso de expropiación iniciado por el Ayuntamiento de Soria, con el apoyo de todos los grupos políticos, contra la familia Marichalar, propietaria de los terrenos. La movilización de los Marichalar ha logrado la implicación de numerosas instituciones y organismos españoles e internacionales para frenar el polígono industrial.

Menos trabas están encontrando, sin embargo, los otros dos proyectos previstos en el entorno de Numancia. El de mayor impacto será la Ciudad del Medio Ambiente, proyectada por la Junta de Castilla y León en el Soto de Garray, una zona cercana a Numancia y con valores ambientales. Esta iniciativa contempla la construcción de industrias, 790 casas, hoteles y edificios de hasta 40 metros de altura. La Junta aprobó este proyecto mediante una ley, que ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional por 50 diputados socialistas. El tercer proyecto prevé una promoción de viviendas en Garray, junto a otro de los campamentos de Escipión.