Anne Perry afirma que los asesinos son iguales en todas las épocas
La escritora, autora de éxito, fue cómplice de un homicidio
Anne Perry (Londres, 1939) recurrió a la época victoriana como escenario de sus novelas por accidente. Su padrastro tenía sus propias ideas sobre quién era Jack el destripador y ella decidió ambientar sus obras en ese momento histórico. "No creo que sea una época tan lejana; las causas por las que se cometen los crímenes y los asesinos son los mismos", aseguró la escritora, que ayer presentó Prostituta de Pentecost Alley (Plaza y Janés), de la serie protagonizada por el comisario Pitt y su esposa.
Perry, que ayer lucía un traje de chaqueta color berenjena y unos zapatos dorados, debe ser de las pocas escritoras de novela negra que tiene un crimen en su pasado. En Criaturas celestiales, una película de la que ella dice que no supo nada hasta el día anterior a su estreno, se narraba el homicidio en 1954 de Honora Parker a manos de su hija. La mejor amiga de la asesina y cómplice del crimen no era otra que la escritora. Anne Perry, seudónimo de Juliet Hulme, pasó cinco años en la cárcel como cómplice.Los ojos azules de la escritora reflejan un brillo especial cuando se toca el tema, aunque sus modales sean exquisitos. "La prisión me permitió un acercamiento mucho mayor a determinadas personas, pero fue precisamente ahí donde aprendí que tienen las mismas esperanzas y los mismos miedos que los demás", explica. "También me ayudó haber nacido muy pobre y conocer cómo es la gente que ha sido pobre toda su vida".
Haber presenciado cómo su amiga mataba a su madre a ladrillazos, y el tremendo dolor que aquel suceso le produjo, de alguna manera se refleja en su obra: "Escribo mirando a la vida, mis obras reflejan lo que hace la gente y lo que yo siento. Se aprende más en la vida de los errores que de los éxitos, aunque se trate de hechos muy dolorosos
Sus novelas han sido traducida a ocho idiomas, pero a ella no le gusta que la prensa la catalogue como la nueva Agatha Christie ni que la comparen con ningún otro clásico del género. "Creo que todos tratamos de divertir al público y de contar buenas historias, pero nada más".
La prostituta de Pentecos Alley es un retrato de la vida en las grandes mansiones y de los bajos fondos londinenses. Perry, que siempre trabaja sobre series fijas, ha llegado a un acuerdo con sus editores británicos para publicar todos los años dos novelas, una protagonizada por el inspector Pitt y su esposa Charlotte -"pensé en una pareja como protagonista porque los hombres de entonces podían entrar en un montón de locales donde las mujeres tenían prohibido el acceso y porque nosotras captamos y entendemos los motivos escondidos tras un montón de asuntos que los hombres no perciben"- y otra dedicada a las aventuras del inspector Monk. Ediciones B publicará el próximo mes de febrero El rostro de un extraño y Luto riguroso, sus primeras obras sobre el policía que perdió la memoria tras la guerra de Crimea.
La escritora, que permanece soltera, vive en un pueblecito de Escocia, en una casa desde la que se ve el mar. Allí escribe todas sus obras mientras cuida de su jardín y dirige la repoblación -"acaban de plantar 1.100 árboles"- de una reserva natural.
