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Un libro con textos de Picasso confirma sus relaciones de violencia con las mujeres

340 escritos del pintor se publicarán en París a finales de año

Andrés Fernández Rubio

ENVIADO ESPECIAL, Imágenes de objetos punzantes como alfileres, cuchillos o espinas de rosa; azotes en las nalgas que Picasso infligía a sus dos amantes, Marie Thérèse y Dora Maar, entre 1936 y 1940, y referencias a los llantos de éstas, todo en clave surrealista, son algunos indicios que confirman el carácter "un poco sádico" del pintor malagueño, según Christine Piot, profesora francesa de arte. Piot presentó ayer, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, el libro Escritos de Picasso, que la editorial Gallimard publicará en París a finales de año y donde se recogen 340 textos, la mayoría inéditos, que el artista escribió entre 1935 y 1959.

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La reciente publicación en EE.UU. de una polémica biografía de Arianna Stassinopoulos sobre Picasso, en la que éste es presentado como una especie de minotauro dedicado a atormentar a las mujeres, motivó las explicaciones dadas por Christine Piot en Santander. Piot, que se ha ocupado junto a la conservadora del Museo Picasso de París, Marie Laure Bernadac, de la edición del libro, conferenció ayer sobre Picasso, poeta, en el seminario sobre Literatura y arte en la tradición española, dirigido por Francisco Rico, que se celebra en la UIMP.Piot, en declaraciones a este periódico, habló de la "visión surrealista" de la mujer que Picasso muestra en sus textos, entre referencias a las corridas de toros, el flamenco y un universo poético lleno de contrastes en el que se mezclan sexo, placer, felicidad, tristeza, ternura o muerte.

Por esta multiplicidad de elementos, Piot considera injusta y parcial la biografía citada. "Pienso que la autora acentúa sólo el aspecto sádico de Picasso, y esto sería como decir que siempre estaba feliz o infeliz, lo que no es verdad porque la felicidad y la infelicidad, el sadismo o la ternura se unen en un ser humano dotado de una fuerza de expresión superior y multiplicadora; por eso Picasso nos llega tanto".

Según relata, 1935 fue un año crítico para el artista -"la peor época de mi vida", según escribió-. Por entonces se separó de su mujer, Olga, la bailarina rusa con la que se había casado en 1918. Su amante, Marie Thérèse, esperaba una niña, que nació en septiembre de 1935. Un año más tarde aparece Dora Maar, y hasta 1940 hay una relación triple. "Durante el período del Guernica, Picasso pinta La mujer que llora, y en sus textos también hay lágrimas y gritos de desesperación".

A Marie Thérèse, Picasso la describe en 1935 con ternura: "Es una presencia de amor encarnado y real, de gran sensualidad; habla del olor de su cuerpo y de sus axilas, que le gusta mucho. A Dora Maar la presenta con su pelo negro". Piot añade que a partir de 1936 las relaciones se hacen más violentas, "y hay un sadismo que interviene".

Un monstruo sufriente

En los años cuarenta y cincuenta, los textos de Picasso, pasada la crisis personal y terminadas las guerras, se exteriorizan, y sólo hay alusiones indirectas a las dos mujeres que compartieron su vida en esas épocas, Françoise y Jacqueline. Para esta profesora, el dar una visión monstruosa sobre Picasso es algo muy resbaladizo. "Picasso pinta un minotauro ciego, un monstruo desgraciado privado de la vista. Sí se puede decir de él que es una especie de monstruo, pero humano y sufriente, no sólo un sádico que tortura de forma fría y malintencionada".El libro Escritos de Picasso que está previsto se edite en España después de su publicación en Francia, incluye 200 textos en francés y 140 en español, y está anotado y presentado por las recopiladoras. Muchos de los manuscritos cuentan con ilustraciones y, según explica Piot, hay poemas en prosa y en verso libre fragmentos a modo de diario íntimo y dos piezas de teatro ya co nocidas (El deseo atrapado por la cola y Las cuatro niñitas). "La escritura es automática, influida por el surrealismo, con imágenes, sonidos y diálogos. También se percibe un traba o sobre el texto, con correcciones y permutación de palabras."

El artista guardó la mayoría de los textos en su casa, y ahora se encuentran en el Museo Picasso. Quiso publicarlos en 1939 pero no se hizo; también, en 1973, pero su muerte lo postergó. Piot y Bernadac han trabajado en este proyecto desde 1981.

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