El Gobierno aprueba el 'decreto Semprún' de ayudas al cine
El decreto Semprún para el cine fue aprobado ayer por el Consejo de Ministros. Por este real decreto se vinculan las ayudas al cine a los recursos económicos presentados por el productor, se extienden a la distribución y exhibición cinematográficas, y se limitan los máximos que una película pueda percibir como subvención estatal. El presente texto legal, que ha sido objeto de polémica desde que fueran conocidas sus líneas maestras el pasado mes de marzo, modifica el llamado decreto Miró vigente desde el 28 de diciembre de 1983.El nuevo decreto crea un fondo de garantía complementaria de 400 millones de pesetas para el presente año con objeto de fomentar el recurso a los créditos bancarios con un plazo de amortización de dos o tres años y tipos de interés reducidos, destinará 500 millones en 1990 para la puesta en marcha del Centro Nacional de formación y desarrollo audiovisual y prevé la implantación de un sistema de informatización del control de taquilla de 800 salas en un plazo de tres años. Esta plan tiene un coste de 850 millones de pesetas.
Subvenciones
El decreto establece una doble vía para acceder a las subvenciones: solicitarlas por proyecto, que será valorado por un Comité Asesor,o realizar la película sin ayudas económicas públicas y obtener una subvención complementaria sobre !a recaudación en taquilla. Por este concepto, el decreto mantiene con carácter general la subvención que existía anteriormente del 15%. En cuanto a las ayudas a la distribución, el decreto establece que éstas sólo podrán dedicarse a sufragar el 50% de los costes del tiraje de copias, subtitulado y publicidad.Asimismo, el decreto recoge el convenio firmado el pasado 27 de julio con Radiotelevisión Española por el que el RTVE invertira durante 1990 2.000 millones de pesetas en la realización de películas españolas de coste no superior a los 200 millones, destinando el 50% de esta cantidad a la aquisición de derechos de emisión, y otros 10.000 millones en producción de otras obras audiovisuales de ficción como series o telefilmes.
El Comité Unitario Interprofesional del Cine y lo Audiovisual (CUICA), que reúne a la mayoría de las asociaciones profesionales del sector, han mostrado desde hace meses su rechazo al presente decreto Semprún por considerarlo "insuficiente y regresivo", ya que no acomete a fondo "la regulación global del mercado audiovisual español". El director Antonio Giménez Rico, presidente de la Academia del Cine comentó ayer a EL PAIS que el decreto aprobado "es un parche que habla sólo de un aspecto casi menor como es la financiación y olvida absolutamente la amortización en su mercado natural, salas, video y televisión, que es un munde que está sin control". El productor de cine Eduardo Ducay afirmó: "Es una ley perjudicial para el cine. Es una nimiedad si los problemas globales se abordarán realmente. Se habla de créditos blandos y esto con la política monetaria del Gobierno no pasa de ser una bonita frase".
