"Privado y confidencial"

La carta que Elvis Presley entregó en mano a los agentes de seguridad en la valla exterior de la Casa Blanca venía escrita en cinco hojas, y una más con sus números de teléfono en Beverly Hills, Palm Springs y Memphis, junto al nombre y apellido falsos con el que se registraba en los hoteles. "Llámeme", pone Elvis en ese último papel, en el que también escribe las palabras "Privado y confidencial" torpemente recuadradas. La carta contiene errores gramaticales. La fotografía del encuentro es, por otro lado, el documento más solicitado en los archivos nacionales de Estados Unidos.

"Querido Señor Presidente", comienza la carta. "En primer lugar, me gustaría presentarme. Me llamo Elvis Presley, lo admiro y siento un profundo respeto por su cargo. Hablé hace tres semanas con su vicepresidente Agnew y le expresé mi preocupación por nuestro país. La cultura de las drogas, los elementos hippies, la SDS [una organización de estudiantes de izquierda], los Black Panthers, etcétera, NO me consideran su enemigo, o como ellos dicen El Establishment. Yo lo llamo América y la amo. Señor, puedo trabajar y trabajaré para ayudar al país".

Inmediatamente salta a su pretensión: "Lo que quiero no es que me den un título o un despacho. Puedo ayudar mejor si me nombran Agente Federal". Elvis explica que su posición como artista le permite comunicarse con los jóvenes. "Estoy en el Hotel Washington, habitación 505-506-507. Me quedaré aquí hasta que consiga la credencial de Agente Federal. He estudiado en profundidad el abuso de drogas y las técnicas comunistas de lavado de cerebro y estoy en el mejor lugar para ayudar".

Elvis le recuerda finalmente que acaba de ser nombrado uno de los Diez Jóvenes más Sobresalientes de América. En la posdata, aclara: "Creo que usted también fue una de las Diez Personas Más Sobresalientes de América".