Tiros ecologistas
Cuando estrenó Alerta máxima, Steven Seagan anunció que se dedicaría a realizar películas "ecológicas": consciente de la degradación del medio ambiente. ¡Albricias!, pudo pensar algún écolo ingenuo. Ahora por fin podemos ver el fruto de los desvelos proteccionistas del esforzado astro: En tierra peligrosa es un producto insólito, una de las aparentemente más duras requisitorias contra las empresas petrolíferas y su voracidad destructora. Y es también un filme clónico de todos los anteriores de nuestro hombre: previsible, enfático, redundante. Y violento: espectacularmente violento.Contar su trama es un ejercicio simple: Seagal, bombero especialista en incendios petrolíferos, se enfrenta a un desalmado empresario (¡Michael Caine!) que, empujado por su avidez, no toma medidas para la protección del paradisíaco entorno natural de Alaska. Bueno, sí, algo más: como en todos sus filmes anteriores, Seagal, el sueño dorado de un traumatólogo en paro, la emprende a patadas en los testítulos contra algún que otro contrincante, destroza docenas de brazos y piernas, hace estallar helicópteros en el aire, vuela árboles, trozos de montaña, instalaciones petrolíferas, en fin, menudencias así. Porque una cosa es decirse ecologista y otra bien distinta es perder la clientela: con esas cosas no se juega.
En tierra peligrosa
Dirección: Steven Seagal. Guión: Ed Horowitz y Robin U. Russin. Fotografía: Ric Waite. Música: Basil Poledouris. Producción: S. Segal, EE UU, 1994. Intérpretes: Steven Seagal, Michael Caine, Joan Chen. Estreno en Madrid: Royal y Alcobendas.
En fin, que En tierra peligrosa es uno de los filmes más indecentes, inmorales y estúpidos que este cronista ha podido ver en mucho tiempo.