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Crisis en la Sociedad General de Autores

En la SGAE, los euros son los votos

Teddy Bautista y su secretario general, Francisco Galindo, dirigen CIMEC, empresa que elabora los muestreos para decidir el reparto del dinero (y sufragios) en la SGAE.- Seis entidades de gestión de derechos de autor, a excepción de la SGAE, se reúnen hoy con Sinde

Eduardo Bautista no solo es el presidente de la SGAE. Francisco Galindo no es solo el secretario general de la SGAE. Ambos son también presidente y vicepresidente, respectivamente, de CIMEC, consultora encargada de realizar los sondeos que deciden el reparto de parte del dinero recaudado por la SGAE y, en consecuencia, del número de votos al que tienen derecho solo 8.271 de sus más de 100.000 socios.

En concreto, CIMEC realiza los sondeos que determinan qué deben pagar de copyright las discotecas y emisoras de radios, cifra que supone el 17% de los 366 millones de euros repartidos por la sociedad en 2010. "No tenemos nada que ver en procedimientos de trabajo ni metodología con CIMEC", asegura Francisco Galindo, secretario general de SGAE. Al informarle de que Bautista y él figuran en el registro mercantil como directivos de CIMEC, reconoce: "Al principio los sondeos los realizaba Alef y después Millward Brown, y creando una empresa propia ahorrábamos costes, pero su trabajo es independiente de la SGAE".

"Con CIMEC lo que conseguimos es reducir gastos", dice Francisco Galindo
Los sondeos de la empresa deciden el reparto del 17% del dinero recaudado
De los más de 100.000 socios, solo 8.271 tienen derecho a voto
Responsables de seis entidades de gestión se reúnen hoy con la ministra de Cultura
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El 40% de CIMEC pertenece a Arteria Promociones Culturales (antes Iberautor Promociones Culturales), según los datos del registro mercantil. El 60% restante corresponde a Millward Brown (antes recibía el nombre de Alef Millward Brown), propiedad de la multinacional de publicidad WPP. "Estas empresas no solo trabajan para SGAE sino para otras compañías a las que realizan estudios de mercado. Con CIMEC, además, conseguimos reducir gastos y costes operativos", se justifica Galindo.

No es el único trabajo de CIMEC. La misma empresa que preside Bautista recibe el encargo del Bautista presidente de las SGAE para que realice estudios periódicos sobre la presunta piratería digital en España.

El muestreo que decide parte del reparto de dinero -la mayoría se calcula mediante las listas en las que se detallan el repertorio ejecutado en conciertos, festivales, cadenas de televisión...- no es una cuestión baladí en una asociación sin ánimo de lucro que da peso (y votos) al socio que más ingresos genera. "En vez de acciones tenemos repertorio y recaudación. Quien más ingresa, más representatividad tiene para elegir a los que dirigirán la entidad, pero siempre con un límite para evitar que unos pocos acumulen todo el poder. El mecanismo está descrito en los estatutos, que no se han modificado desde 1988", explica Galindo.

Luis Cobo Manglis, que se presentó a las recientes elecciones, discrepa: "Puedes tener mil obras en SGAE, pero si no recaudas dinero no tienes derecho a nada. Es lo más antidemocrático y mercantilista que hay. Primero debería ser un socio un voto, y después, que quien más recaude, más cobre. Una cosa es cómo se reparte el dinero y otra que los propios socios no puedan elegir a sus representantes". "Es el sufragio censitario del siglo XIX, es como si la duquesa de Alba pudiera votar más veces que cualquier otro ciudadano español por el hecho de tener latifundios", explica el abogado Javier De la Cueva. "Aquí ocurre lo mismo, la propiedad son los derechos de autor que te dan votos".

El socio de SGAE no paga cuota anual a la entidad, que se queda con el 15% de cada obra ejecutada como gastos de administración. De los más de 100.000 socios "nominales", solo tienen derecho a voto 8.271, en función de los ingresos generados por sus obras. Los votos se dividen en permanentes ("no se pierden nunca") y temporales, que se calculan sobre la recaudación del año anterior a la fecha en que se celebrarán las elecciones. Un socio tiene cinco años para convertir sus votos temporales en permanentes. "O para perderlos. Yo tenía 15 y solo me quedan 8 y todavía no lo entiendo", explica Luis Cobo.

Francisco Galindo aclara: "Cada socio tiene un plazo de cinco años para acumular uno o más votos permanentes, que en el colegio electoral se dividen en Gran Derecho (artes escénicas), Pequeño Derecho (compositores y letristas), Audiovisual y Editorial. A su vez, engloba las modalidades de explotación de comunicacion pública, reproducción y en el caso del audiovisual la simple remuneración".

Cuando un socio tiene cinco votos permanentes en cada una de las modalidades (35 votos en total) ya no puede tener más". Es decir, un autor socio de SGAE puede obtener un máximo de 35 votos permanentes y un número indeterminado de temporales en función de su recaudación anual. Si el socio es, además, editor, puede obtener 10 votos más, "aunque esta casuística casi nunca se da", asegura Galindo.

Finalmente, para cuantificar el reparto del dinero entre los socios -esta es la función de entidades de gestión de los derechos de autor como SGAE- se puntúan del repertorio tres aspectos (número de obras ejecutadas, tiempo de ejecución y audiencia). Esos puntos son los que al final se convierten en dinero y se reparten entre los titulares de los derechos de autor.

Por otra parte, y como una consecuencia más de la tormenta perfecta que a nivel judicial cae sobre la SGAE, representantes de seis entidades de gestión de derechos de autor (AISGE, AGEDI, AIE, EGEDA, CEDRO y DAMA) se reunirán hoy mismo en el Ministerio de Cultura con la titular del departamento, Ángeles González-Sinde. Se trata de un encuentro a petición de los propios responsables de las entidades, quienes quieren poner sobre la mesa todas las inquietudes generadas por los problemas de la SGAE y por la rumorología que apunta a una hipotética supresión del canon digital. Las únicas entidades ausentes de la reunión serán VEGAP (que representa a los artistas plásticos)... y la SGAE.

José Miguel Fernández Sastrón, ayer antes de anunciar que se presentará como acusación contra la supuesta trama corrupta de la SGAE.
José Miguel Fernández Sastrón, ayer antes de anunciar que se presentará como acusación contra la supuesta trama corrupta de la SGAE.J. LIZóN (EFE)
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