_
_
_
_
_
CÁMARA OCULTA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Sólo en la intimidad

Jaime Rosales ha decidido que los cineastas españoles deberían protestar sobre la guerra y sus espantos sólo en la intimidad de su hogar, como Aznar lo hacía al hablar catalán. Arguye el director que exponer en público opiniones políticas va en contra de los intereses de la taquilla, haciéndose eco del carácter cavernícola de nuestra derecha. Toda opinión política, según Rosales, hay que expresarla domésticamente, sin palabras, como alguna de las películas que él mismo ha dirigido. Tanta pusilanimidad no se corresponde con la actitud brava de algunas figuras de Hollywood que no dejan de opinar públicamente sobre cuanto consideran defendible o rechazable, jugándose a veces el pellejo y sin poner en peligro por ello la hegemonía del cine americano. Esos famosos no son remilgados en obtener información de primera mano ignorando la que dicen los periódicos de su país. De Niro, Coppola, incluso Jack Lemmon, entre otros, visitaron la Cuba de Castro, y Hugo Chávez ha recibido recientemente a Kevin Spacey, Dannis Glover, Tim Robbins, y en un par de ocasiones a Sean Penn, quien incluso ha escrito un valiente artículo, Montaña de víboras, contando cuanto él ha visto en Venezuela en contradicción con lo que la prensa norteamericana le había contado... Ningún ultra, ni siquiera la derecha española, dejará por ello de ver a próxima película de Sean Penn. Ni siquiera Rosales.

En España hay quien se la coge con papel de fumar, puede que como consecuencia de la bulla que los de la derecha organizan cada vez que un actor se define a favor de algo que no les gusta, la memoria histórica por ejemplo. Sin embargo, por seguir con Venezuela, donde esta semana se ha celebrado un festival de cine latinoamericano y caribeño, la recuperación de la memoria histórica está allí en primera línea. Por ejemplo, la película de Román Chalbaud Zamora, que reivindica la figura de un general libertario que los niños estudiaron hasta hace poco como la figura de un bandido (Zamora opta a los próximos premios Goya). O Francisco de Miranda, de quien se ha rodado otra película hace poco, y no necesariamente por gente afín a Chávez. Hay ebullición en el cine caribeño por colocar la Historia en su sitio. "Si el Caribe ha dado 12 premios Nobel eso significa que aquí hay talento", presumía uno de los organizadores, otro más en quedarse perplejo cuando se le contaba que en España defender la recuperación de la memoria histórica está mal visto por ciertos políticos, y que hasta hay quien cree que opinar contra la guerra debe ser una cuestión personal, secreta y clandestina. "¿Eso pasa en Europa?", preguntaba estupefacto. Luego, claro, se partía de la risa.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_