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El Teatro Real reduce presupuesto y se pone clásico en la nueva temporada

Daniel Verdú

Los acuerdos alcanzados en la última reunión del año del patronato del Teatro Real, presidida ayer por Gregorio Marañón, quedarán, especialmente en lo económico, sujetos a las decisiones del futuro Gobierno del PP. Por ello, Marañón señaló que si bien la cita -que sirvió también para anunciar el programa de la temporada 2012-2013- era ordinaria, resultó "excepcional por el contexto de crisis y cambio político".

El Real ha aplicado la previsión de reducción de presupuesto pactada con el Ministerio de Cultura saliente: un 10% menos que la temporada en curso. El total para el año del 15º aniversario de la reapertura del coliseo asciende a 46.396.374 euros. El recorte se ha visto compensado por un aumento en los ingresos por patrocinio, que ascienden hasta poco más de siete millones, y por la disminución en los gastos de producción artística. Pese a las dificultades, se mantiene el número de óperas y representaciones. Si en 2010 hubo un déficit del coste de producción respecto al ingreso de taquilla de 1,7 millones, para 2012 está previsto que se genere superávit.

También se apuntó ayer que el teatro camina hacia la independencia de la aportación pública. En 2004 las Administraciones (Ministerio, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid) financiaban el 58% y el resto se obtenía a través de patrocinios y taquilla, cifras que se han invertido.

En este clima de incertidumbre, nadie pone en duda la continuidad de Gerard Mortier (hay que recordar que abandonó de un portazo la ópera de Nueva York cuando se le redujo el presupuesto). Acaso por eso mismo, el patronato, de modo excepcional, aprobó y comunicó antes de lo previsto (suele esperar a abril) los títulos que se representarán. Este diseño artístico ejerce de claro contrapunto a una temporada, la presente, que algunos sectores más conservadores del público (y del propio patronato) consideraron "poco equilibrada" por su carácter contemporáneo y sus escasas concesiones clásicas.

En 2012-2013, el Real acogerá cuatro montajes de obras de Mozart (Così fan tutte, Don Giovanni, La flauta mágica y una versión en ballet de sus danzas); además, se representará Macbeth, de Verdi; Sor Angelica, de Giacomo Puccini, o Roberto Devereux, de Gaetano Donizetti. Y Plácido Domingo cantará Il postino que dirigirá el joven Pablo Heras-Casado. "Mortier quería diseñar una programación equilibrada, pero con espacio entre las diferentes temporadas para formarlo", apuntó Marañón en referencia a las polémicas generadas por las óperas de este curso. Polémica, en cierto modo, estéril porque la ocupación durante las representaciones de los tres títulos hasta ahora vistos ha supuesto una media de algo más del 93%. Aunque, eso sí, ya sea por la crisis o por la programación, no ha renovado su abono un 11% del público.

Al final, la próxima temporada sumará 14 óperas (cuatro en versión concierto) y cuatro ballets. Por cierto, uno de ellos supondrá la primera producción propia de José Carlos Martínez como nuevo director de la Compañía Nacional de Danza: Romeo y Julieta, de Prokofiev.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.
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