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El Thyssen se unifica

Los 700 cuadros propiedad de Carmen Cervera se expondrán desde febrero con la colección del barón

El futuro de la colección Thyssen se está escribiendo en estos momentos. Con la fecha clave de febrero de 2011 cada vez más cerca -entonces termina el plazo para cerrar un acuerdo sobre el destino de los 700 cuadros que conforman la colección privada de Carmen Thyssen-, Cultura continúa decidiendo sobre la oferta de alquiler lanzada por la baronesa. Y ésta mueve ficha. Desde febrero, su colección se verá junto a la del barón Heinrich Thyssen Bornemisza, un millar de cuadros firmados por los grandes maestros de la pintura europea. Desde el siglo XIII hasta finales del siglo XX.

Carmen Cervera recordó ayer en una comida con periodistas que ambas colecciones forman parte del conjunto de obras adquiridas por el padre del barón. Guillermo Solana, conservador jefe del Thyssen, aseguró que está ya perfectamente definida la nueva ordenación.

La oferta a Cultura es de una cesión en régimen de alquiler por 25 años

La oferta que estudia el ministerio consiste en una cesión en régimen de alquiler durante 25 años. Después serán los herederos quienes decidan. Ni Cultura ni la baronesa han querido aclarar cuánto costaría algo así. Aunque sólo en seguros durante un cuarto de siglo, la cuenta ascendería a 800 millones de euros.

El enfrentamiento que Carmen Cervera libra en los medios de comunicación con su hijo mayor tras las reclamaciones como copropietario de la colección por parte de Borja, no repercutirá en la negociación, afirmó Carmen Thyssen. "No hay ninguna duda de que los cuadros son míos. Mi hijo está mal aconsejado y a mí directamente nunca me ha pedido nada. Es más, mientras siga así de mal aconsejado tampoco recibirá nada".

Cervera explicó que todas las negociaciones en torno a la herencia de su marido están sometidas a la legislación inglesa "donde no existe la parte legítima, a diferencia de países como España". "Eso lo desconocen los abogados y quienes aconsejan a mi hijo", asegura.

Sobre la reclamación concreta por parte de Borja Thyssen de un cuadro de Goya y uno de Giaquinto, la baronesa recordó que no son un regalo sino que sólo están vinculados al recuerdo de la ceremonia bautismal de su hijo, celebrada en Nueva York, pero que en ningún caso son suyos. "Me gustaría que en el futuro los tuviera, pero no de momento".

Disputas familiares aparte, Cervera contó ayer que se considera una de las pocas grandes coleccionistas que siguen atentamente cada subasta. "Estoy pendiente de todo movimiento del mercado. Es una forma de mantenerme al día y de no dejar que pase de largo algo que pueda enriquecer la colección Thyssen". Además, trabaja en un libro en el que publicarán las memorias póstumas del barón a partir de las grabaciones que él mismo realizó a lo largo de su vida.

Carmen Thyssen junto a un retrato del barón.
Carmen Thyssen junto a un retrato del barón.ULY MARTÍN
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