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Tony Blair, al banquillo de los acusados

Se estrena hoy en Londres la obra que plantea la responsabilidad penal del primer ministro en la guerra de Irak

Doscientos cuarenta espectadores tomarán asiento esta noche en el Tricycle Theater de Londres en el estreno de una obra política que tiene todas las papeletas para convertirse en un nuevo dolor de cabeza del primer ministro británico, Tony Blair, a punto de celebrar, el próximo 2 de mayo, los 10 años desde la victoria laborista de 1997. El director Nicholas Kent pone en escena a partir de hoy Rendición de cuentas: El procesamiento de Anthony Charles Lynton Blair por el delito de agresión contra Irak. Una audiencia pública.

Nicholas Kent: "Cada parte presentará su alegato final. Y el público decidirá en conciencia"
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Una obra con primicias informativas

En el 269 de Kilburn High Road, en el distrito de North London, el anuncio de la obra exhibe a Tony Blair entre un grupo de soldados británicos, con sus boinas negras, en Irak. Y en letras grandes: "Called to acount", que podría traducirse como "Citado a la responsabilidad" o "Rendición de cuentas". A continuación, el nombre completo, que impresiona, del primer ministro británico.

El autor de la obra es Richard Norton-Taylor, periodista de The Guardian. La dirección es de Nicholas Kent, que mantiene la calma en las horas previas al estreno. Supervisa cada detalle. No está, a la primera, para preguntas sesudas. "Me pregunta cómo reaccionará el público. Nunca sabes pero la demanda del público es esperanzadora. Pensábamos estar en cartel un mes y ahora hasta puede que la mantengamos hasta junio. Aunque es difícil de creer, siempre sientes que estás en territorio desconocido", confía a EL PAÍS. "Ahora estamos arreglando los pequeños detalles en escena: micrófonos, pantallas de televisión para las pruebas como documentos y otro material probatorio", añade.

¿Ficción, teatro político, realidad-ficción? Aunque en el Reino Unido ha habido dos investigaciones sobre aspectos laterales -muerte del científico del servicio secreto David Kelly y los informes de inteligencia-, no ha tenido lugar, a pesar de la gran oposición a la guerra, una investigación sobre lo que Kent llama "el asesinato" propiamente dicho, es decir, la campaña del Gobierno que condujo a la invasión de Irak.

Kent, pues, consultó con un abogado amigo, Philippe Sands, a la sazón compañero de bufete de la abogada Cherie Booth, esposa de Blair. Dio con la persona adecuada. Sands, que impulsó la extradición de Augusto Pinochet en la cámara de los lores, en 1998, ha escrito un libro sobre la ilegalidad de la guerra de Irak (Lawless world o Un mundo sin ley). Sands ejercería la acusación contra Blair. Otro abogado, Julian Knowles, que también había intervenido en el caso Pinochet en la defensa del ex dictador chileno, asumiría la defensa del primer ministro.

Se hizo una lista de 16 testigos, diplomáticos, ex ministros, parlamentarios y otros personajes que tuvieron alguna participación en la preparación de la invasión de Irak. Entre ellos había personajes de primera línea política, caso de Richard Perle, presidente del Consejo de Políticas de Defensa y ferviente partidario de la intervención en Irak, o Clare Short ex ministra del gobierno de Blair. Kent consiguió ponerse en contacto con todos ellos menos uno: José María Aznar. La gente aceptó declarar como si se tratase de un juicio real. El testimonio de todos ellos fue grabado y ha resultado básico para la confección de la obra y para los actores profesionales que interpretarán a los 16 de la obra.

"La gente respondió muy bien. Usted ha tenido la ocasión de presenciar, por ejemplo, el interrogatorio de Richard Perle, uno de los ideólogos neoconservadores que empujaron a Donald Rumsfeld, a la guerra de Irak. Aznar ni siquiera nos respondió", recordó Kent.

¿Qué verán los espectadores? "Verán una mesa con tres sillas: a un lado el abogado de la acusación y al otro el letrado de la defensa. En la silla de cabecera, por así decir, tomará asiento el testigo. Los actores irán vestidos con ropa de calle normal. El examen se desarrollará durante dos horas y 10 minutos. Cada parte presentará al terminar su alegato final, a favor del procesamiento y en contra. Y el público, con todos los elementos, decidirá en conciencia", explicó.

Cuando concibió esta obra, Nick Kent pensó que sería interesante hacer votar a los espectadores una vez terminado el espectáculo. No será así. "Hemos abandonado la idea de hacer votar a los espectadores, ello hubiera dado un contenido político personal a la obra muy contraproducente", precisó.

El actor Thomas Wheatley asumirá el papel de Philippe Sands y Julian Knowles será representado por David Michaels, dos actores que ya han trabajado en obras de actualidad política con Kent.

Sands escogió como delito para procesar a Blair el delito de agresión según el derecho internacional consuetudinario, como ya se reflejó en el artículo 6 de la Carta de Núremberg. "Lo importante no es ganar o perder, sino aportar al público los elementos de juicio sobre las responsabilidades", dijo ayer Philippe Sands.

Nick Kent, aliviado ya de los últimos detalles, ya sabe lo que desea. "Lo que verdaderamente espero es que el público diga: si el grupo de teatro Tricycle puede hacer una investigación sobre la guerra de Irak sobre el escenario, ¿por qué diablos no puede formar una comisión de investigación el Parlamento británico?".

Tony Blair, durante una visita a las tropas británicas en Irak en diciembre de 2005.
Tony Blair, durante una visita a las tropas británicas en Irak en diciembre de 2005.AP
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