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El teatro para sordos de Moscú llega al cuarto de siglo traduciendo palabras como 'perestroika'

Pilar Bonet

Divertidos e intrigados, los soviéticos aprenden a expresar los conceptos políticos de moda, tales como perestroika (reestructuración) o glasnost (transparencia), en el lenguaje de los signos, desde que la televisión soviética comenzara recientemente a emitir su principal informativo diario Vremia (Tiempo) con traducción al lenguaje gestual de los sordomudos. El Teatro de Mímica y Gesto de Moscú, compañía de 116 personas y cuyos 42 actores son sordomudos, cumple ahora un cuarto de siglo.

El chiste picante de moda en Moscú aplica un gesto imaginativo y pícaro a los dirigentes soviéticos en función de las asociaciones conceptuales que despiertan sus apellidos. Bromas aparte, hay quien piensa muy en serio que el detalle para con los sordomudos soviéticos es una muestra de verdadera preocupación por los grupos marginados digna de agradecimiento.Una institución pionera en su género conmemora este año su 25 aniversario. Se trata del Teatro de Mímica y Gesto, una compañía de 116 personas cuyos 42 actores son todos ellos sordomudos y apoyan su expresión gestual en escena en seis locutores, quienes ponen un contrapunto declamado al lenguaje de los cuerpos y los rostros.

Nadezhda Kviatvskaia, una de las actrices de este teatro, se ha convertido en la locutora que aparece cada noche en el recuadro de la pequeña pantalla traduciendo el mensaje político al discurso gestual.

"Éste es el primer teatro del mundo especialmente dirigido a los sordos", nos dice Alexander Shchekochikhin, el director artístico, que llegó al Teatro de Mímica y Gesto hace nueve años. Shchekochikhin había cursado estudios de dirección escénica y había estado al frente de varías compañías en provincias, pero no tenía ninguna experiencia con actores sordos. "Siempre había dado gran irnportancia a la expresión corporal de los actores, y tal vez por eso me ofrecieron este trabajo", nos dice.

Como en el extranjero

"Trabaje usted como si estuviera en el extranjero", le habían recomendado al director cuando aún tenía que valerse de la ayuda de un traductor para comunicarse con sus actores.Con el tiempo, Shchekochikhin ha aprendido el lenguaje de los sordomudos, en parte, porque lo habla con la que es ahora su esposa, una de las actrices del teatro que representa a Oona Chaplin, la esposa de Charles Chaplin, en uno de los montajes de la compañía dedicado al célebre autor.

El repertorio incluye 14 obras y va desde la escenificación de Los caprichos, de Goya, hasta La irresistible ascensión de Arturo U¡, de Bertold Brecht, o Romeo y Julieta, de William Shakespeare. Hay también obras dramáticas soviéticas contemporáneas y piezas de interés específico como un montaje dedicado al actor Alexander Astuzhev, que ensordeció, o a Helen Keller.

El teatro depende de la Asociación Estatal de Sordos y cuenta con un local amplio y hasta lujoso, capaz para 606 personas, pero rara vez lleno, pese a los 80.0130 sordos residentes en Moscú y sus alrededores. Un 10% del público pertenece a esta categoría de ciudadanos. El espectáculo está dirigido a todos los públicos, pero el emplazamiento del local es demasiado incómodo, situado como está en el barrio periférico de Isamilovo, lejos del centro.

La autofinanciación, uno de los objetivos actuales del teatro soviético, queda., hoy por hoy, lejos del Teatro de Mímica y Gesto, que, según su director, cubre una cuarta parte de los gastos y recibe el resto de subvenciones. El teatro se plantea, no obstante, un aumento de la cualificación de los actores. La cuarta prornoción, que ingresa este año, tiene educación teatral superior.

El lenguaje de los sordomudos varía de un sitio a otro. En la URSS hay dos escuelas, una en Moscú y otra en Leningrado, y ambas sostienen discusiones académicas sobre la expresión de distintos conceptos, nos explica. Shchekochikhin.

Moscú impone criterios

Es previsible que la escuela de Moscú consiga imponer sus criterios, ya que Nadezhda Kviatvskaia, la traductora de la televisión, es uno de los legisladores de la escuela de Moscú. "Surgen palabras nuevas y hay que encontrar nuevas formas", afirma Shchekochikhin, "así, por ejemplo, la palabra gánster, que necesitábamos para Arturo U¡, la hemos inventado aquí mediante una combinación de bandido y gamberro.¿Y los conceptos políticos? Shchekochlkhin nos los enseña rápidamente. Perestroika se expresa reproduciendo un engranaje con las manos dando vueltas sobre sí mismas. Glasnost se indica moviendo el antebrazo un ángulo de 90 grados e ¡niciando el movimiento con la palma de la mano dirigida hacia la boca, como lo haría un tenor a punto de lanzar un gorgorito. Uskorenie (aceleración) equivale a reproducir con las manos un gesto parecido al de afilar un lápiz con un cuchillo.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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