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30 años después del estreno 'La ratonera' se convierte en un monumento de Londres

Hoy se conmemora un nuevo aniversario de la obra de Agatha Christie

Andrés Ortega

Cada vez que se levanta el telón, se bate un nuevo récord mundial. Y cuando hoy lo haga el teatro St. Martins, del West End londinense, será para celebrar un gran acontecimiento: La ratonera, de Agatha Christie, cumple treinta años de representaciones ininterrumpidas -12.483-. "Se ha convertido en uno de los monumentos históricos de esta ciudad, como la Torre de Londres o el palacio de Buckingham. Pero no me pregunte cómo se ha llegado a esto, pues no lo sé", comenta el productor de la obra, sir Peter Saunders.

La ratonera es una típica obra christiana, que ha sido representada en numerosos países. Se desarrolla en el ambiente angosto y nevado de una mansión escocesa, un sistema cerrado a donde acude un policía para investigar un asesinato. Las muertes y las amenazas son múltiples. Pero, incluso después de treinta años, Saunders ruega que no se revele el desenlace por escrito. En esto coincide con los ratonerófilos. Pues, aún se puede gozar del relativamente sorprendente final.En treinta años, explicó Saunders, ha habido pocos cambios conceptuales. Del guión se han eliminado las referencias a las cartas de racionamiento y a los carnés de identidad que aún estaban en vigor en 1952, pero que desaparecieron tiempo atrás del Reino Unido. El estímulo del decorado no ha variado, pero sí ha sido renovado. Lo único que se conserva del estreno sobre el escenario es un reloj y una butaca.

La representación de hoy será la 12.483. La ratonera se estrenó en Londres el 25 de noviembre de 1952 en el teatro Ambassadors. En 1974, y sin perder un solo día de representación, la famosa obra pasó al cercano St. Martins. En treinta años -un récord mundial absoluto-, La ratonera londinense ha visto a ocho primeros ministros británicos y ha tenido doce distintos directores y 182 actores, si se incluyen los nuevos que tomaron el relevo a partir del lunes.

Pues es una tradición ya que, en cada gran aniversario, se cambie de reparto. El nuevo director es John Fernald, quien en 1951 "firmó un contrato para dirigir la obra, pero luego no llegamos a ponernos de acuerdo sobre el reparto", según Saunders. Fernald intenta ahora reparar el error de su vida. Peter Coates, quien dirigió el estreno, desentendiéndose de La ratonera veintiocho años atrás, sigue aún percibiendo honorarios.

Saunders ya había producido otra obra de Agatha Christie, El hueco, cuando ésta vino a verle en 1951, con un paquete bajo el brazo. Se trataba del guión de La ratonera. En aquellos tiempos, "Agatha Christie me asustaba mucho Pero era tímida, de una forma gentil. Un día me confesó que yo también le asustaba", señaló Saunders. El productor recuerda cómo Agatha Christie acudía a menudo a ver la obra. En secreto. "No nos pedía billetes". Sino que los compraba y entraba anónimamente sin querer ser reconocida, comentó Saunders.

Por supuesto, el gerente del teatro en seguida se daba cuenta y llamaba a Saunders para pedir instrucciones. Este le recomendaba que la dejaran tranquila. "Al día siguiente, Agatha Christie me telefoneaba para decirme que había visto la representación. Yo me hacía el sorprendido. Y me hacía algunas recomendaciones, sobre la entonación de este u otro actor y sobre otros detalles", confesó Saunders.

Sir Peter Saunders ha organizado una fiesta para hoy a la que asistirán un millar de personalidades del mundo del espectáculo. La última gran fiesta tuvo lugar en el 21º aniversario de La ratonera y en aquella ocasión estuvo presente la propia Agatha Christie, demacrada a sus 82 años de edad. Ahora, descansa en paz.

Muchos de los asistentes que vieron las primeras representaciones de la obra acuden ahora a La ratonera con sus hijos y nietos. En Londres, La ratonera se anuncia ahora con un "Treinta años, perdón".

Más de cinco millones de personas han visto han visto la obra en Londres. Se han vendido 252 toneladas de programas. La ratonera ha sido escenificada en otras ciudades británicas y en 41 países. La obra de Agatha Christie ha superado a las de William Shakespeare en el número de idiomas -catorce más- a los que ha sido traducida. Mathew Prichard, de 39 años de edad y nieto de la que se ha calificado como reina del crimen, se convirtió en millonario cuando su abuela le regaló, por su noveno cumpleaños, los derechos de autor de La ratonera. Cuando Agatha Christie murió en 1976, Prichard había ingresado unos tres millones de libras (unos 600 millones de pesetas) por esta razón. Cansado de pagar contribuciones fiscales que le llevaban un 90% de sus ingresos, Prichard decidió vender esos derechos a Saunders.

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