La artista coreana Kimsooja convierte el Palacio de Cristal en un festival de luz y color
La instalación 'Respirar' tiene como base un espejo continuo que cubre el suelo de todo el edificio
La artista coreana Kimsooja muestra desde hoy en el Palacio de Cristal del Retiro una instalación creada ex profeso para este lugar, que lo hace estallar de luz y color y lo convierte en un espectáculo digno de verse si el sol no se oculta.
La instalación tiene como base principal el espejo continuo que Kimsooja ha colocado en el suelo de todo el edificio, que hace que, al entrar en él, el visitante no vea más que espacio bajo sus pies y sobre su cabeza; un espacio inmenso en el que la luz también se duplica y al que hay que lanzarse para atravesarlo, tal vez venciendo alguna pequeña resistencia o algún temor a caer al vacío.
Al efecto del espejo, que sólo puede recorrerse descalzo, se une, con la misma impresión casi mágica, el que deja una película de difracción translúcida que recubre la bóveda y el resto de la estructura acristalada del palacio, y el sonido que se esparce por todo el interior. Este sonido es la respiración de Kimsooja, a ratos más pausada, a ratos apresurada, con la que la artista nos invita a sumergirnos en una experiencia íntima, dejándonos llevar por nuestras percepciones sensoriales y por nuestra imaginación.
La instalación, que su autora ha bautizado como Respirar. Una mujer espejo, hace que la luz procedente del exterior, al reflejarse en la película difractora, estalle en espectros de arco iris que se reflejan por aquí y por allá, un efecto que resulta especialmente potente en los días soleados.
El yo y los otros
Afincada en Nueva York, Kimsooja (Taegu, Corea en 1957) es una de las artistas coreanas más reconocidas en el panorama artístico internacional. Su trabajo se caracteriza por realizar instalaciones, fotografías, performances y vídeos en los que aborda temáticas como el nomadismo, punto clave de su arte, la relación entre el yo y el otro, o los roles de la mujer en nuestro mundo.
Tanto el proceso como las imágenes que crea "tienen que ver con un intento de reconciliar las tensiones inherentes a la relación entre el yo y los otros", explica Oliva María Rubio, comisaria de la muestra.
En las obras de Kimsooja, el silencio es elemento común, y tanto en sus vídeos tomados de las performances como en sus instalaciones a base de ropa o incluso en aquellas acompañadas de sonido, late una aspiración al aislamiento, el recogimiento y la quietud, una invitación a huir por un momento del caos y del ruido del mundo para reencontrarnos con nosotros mismos.
