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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un brillante final

El principal problema que tiene el cineasta norteamericano Brian de Palma es ser tan buen realizador como mal guionista. Esto no sería tan problemático si no se empeñase en escribir sus propios guiones a partir de brillantes ideas mal desarrolladas. Lo que le conduce a películas muy personales, llenas de oportunidades para lucirse como director, pero que no suelen funcionar ni dramática, ni comercialmente.Por todo ello su cine se divide entre este tipo de producciones y las mucho más comerciales, y bastante menos personales, que debe hacer entre medias sobre guiones ajenos, que generalmente poco o nada le interesan. Y rara es la ocasión en sus 24 películas como realizador en que consigue un producto redondo a la altura de su verdadero talento.

Atrapado por su pasado

Director: Brian de Palma. Guionista: David Koepp. Fotografía: Stephen H. Burum. Música: Patrick Doyle. Estados Unidos, 1993. Intérpretes: Al Pacino, Sean Penn, Penelope Ann Miller, John Leguizamo. Estreno en Madrid: Lope de Vega, Tivoli, Novedades, Cartago, Florida, Aluche, Excelsior, California (V. O.).

Atrapado por su pasado, su última producción, pertenece al grupo de sus películas dirigidas sobre giones ajenos, donde se limita a narrar de la mejor manera posible una historia que no parece interesarle demasiado, pero que sin embargo le brinda una única oportunidad que sabe aprovechar muy bien.

Tras dos horas de conocida, reiterativa y aburrida historia de gánsteres, el cuarto de hora final es excelente, una demostración maestra de para qué puede servir y cómo debe manejarse ese aparatejo denominado steadecam, que la mayoría de los directores sólo emplean para que sus actores en lugar de hablar tranquilamente sentados, lo hagan andando a lo largo de interminables pasillos.

Basada en un par de novelas del juez Edwin Torres, un especialista en el género policiaco que ha sido repetidamente adaptado al cine, cuenta cómo en 1975 el traficante de drogas Carlito Brigante consigue la libertad tras cumplir tan sólo cinco afios de su condena gracias a las argucias legales de su abogado. Trata de regenerarse, pero no lo consigue por estar atrapado por su pasado, tal como indica su anticuado título castellano.

Historia manida

Brian de Palma permanece al margen de su manida historia durante dos horas, dejando que Al Pacino vuelva a hacer otra vez más su papelón de gánster latino y exagerado, tal como ya hizo anteriormente con él en El precio del poder (1983), la larga y original adaptación del mítico Scarface (1932), de Howard Hawks, pero con la condición de poder hacer una brillante escena final.

Tal y como ocurría en. su película Los intocables (1987), elige la Gran Estación Central de Nueva York para rodar un imaginativo, violento y excelente final. Si en aquella ocasión hacía una divertida y brillante parodia de la famosa escena de las escaleras de Odesa de El acorazado Potemkin (1925), de Sergéi Eisenstein, aquí da una lección de cómo debe manejarse el steadecam en una escena de acción.

El resto de Atrapado por su pasado sólo parece una justificación de este final, porque todas las restantes escenas han sido alargadas de manera tan gratuita como injustificada. únicamente destaca el nuevo aspecto de Sean Penn en su papel de abogado judío toxicómano, y en bastante menor medida la presencia de la irregular debutante Penelope Ann Miller.

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