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El cine brasileño brilla en Madrid

Un nuevo festival reúne películas de éxito y filmes inéditos en España

El cine brasileño no sólo brilla en Cannes, que abrió su festival con la película Blindness, de Fernando Meirelles y cuenta también entre las aspirantes a la Palma de Oro con Linha de Passe, de su compatriota Walter Salles. También ha aterrizado en Madrid, donde la Casa de América y el cine Renoir Plaza España acogen esta semana la primera edición del Cine Fest Brasil, en el cual se proyectarán 13 filmes del país suramericano.

El certamen, que tiene el respaldo del Instituto Brasileño de Turismo (Embratur), se inauguró la tarde de ayer en la Casa de América con una clase maestra a cargo del veterano director Ruy Guerra. A continuación se proyectó su filme El veneno de la madrugada, una adaptación de la novela La mala hora, de García Márquez.

En El veneno de la madrugada, los habitantes de un pueblo aislado y opresivo viven agobiados por la pobreza y la represión política. Pese a la fama de difícil de llevar al cine del escritor colombiano, Ruy Guerra lo ha hecho en cuatro ocasiones: Eréndira, La fábula de la bella palomera y Me alquilo para soñar, además de El veneno de la madrugada.

El secreto, según Guerra, es que no hay que intentar imitar su obra literaria en términos de cine. Tienes que entender a García Márquez, lo que dice y por qué. Entonces es tan difícil como cualquier otro. El director brasileño vio El veneno de la madrugada junto a García Márquez, que antes no había visto nada, ni el guión. Era todo muy distinto, y me dijo si hubiéramos trabajado juntos, hubiera salido esto.

Nacido en Lourenço Marques, hoy Maputo (Mozambique), en 1931, Guerra estudió en París y trabajó con varios directores franceses, para después trasladarse a Brasil, donde en los años 60 se convirtió en una de las figuras prominentes del cinema novo. Yo soy mestizo, es más, por ser de las periferias, bastardo. Soy mestizo y bastardo, y lo digo sin ningún pudor y sin ninguna amargura, hasta con orgullo, dice el director de su trayectoria vital por África, Europa y América.

Guerra cree que es una aberración que, a pesar tener una placenta cultural ibérica en común, se ve poco cine brasileño en España y se ve poco cine español en Brasil, algo que este festival puede ayudar a cambiar.

Precisamente, la intención de este certamen es dar a conocer al público español la nueva cara del cine brasileño, según explica Adriana Dutra, directora del grupo Inffinito, que lleva 13 años organizando festivales de cine brasileño en el extranjero. El certamen también pretende crear una sólida plataforma de comunicación para dar oportunidades de negocio al sector cultural de ambos países, explica Dutra.

Así, Cine Fest Brasil ofrece en la Casa de América y con entrada gratuita películas brasileñas de éxito, además de charlas y mesas redondas en las que participarán directores, productores y actores de las películas seleccionadas. Tras la citada El veneno de la madrugada, hoy se proyecta La casa de Alice, de Chico Teixeira, ganadora de varios premios en festivales internacionales y que será precedida por un coloquio entre Teixeira y Ruy Guerra.

El año que mis padres se fueron de vacaciones, de Cao Hamburger, que obtuvo el premio especial del jurado en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, y El cielo de Suely, de Karim Aïnouz, podrán verse el miércoles y el jueves, respectivamente.

El viernes comenzará la muestra competitiva, que se desarrollará hasta el domingo y presenta nueve películas inéditas en España.

Teixeira, reconocido director de documentales, pasó a la ficción con La casa de Alice. En un principio estaba preparando un documental sobre la ceguera, pero comenzó a escribir un guión sobre una persona mayor que se está quedando ciega. A medida que escribía, ese personaje me pedía una hija y apareció Alice, que se hizo cada vez más importante.

A continuación, la escritura del guión se apoderó del director: Teixeira dio a su protagonista un marido y tres hijos varones y el punto de partida de un documental sobre la ceguera (que permanece en el personaje de la abuela, que va perdiendo la vista) acaba convirtiéndose en una película de ficción que ha cosechado varios premios en festivales internacionales.

El próximo proyecto de Teixeira también será de ficción, una historia sobre el rechazo, que ya tiene protagonista, un chico de 13 ó 14 años, que se siente rechazado por su madre y cuyo padre se marchó. El resto de la historia espera en una página en blanco a que Teixeira la descubra.

Una escena de La casa de Alice, del director brasileño Chico Teixeira
Una escena de La casa de Alice, del director brasileño Chico Teixeira

Un termómetro del gusto español

Los espectadores madrileños tendrán este fin de semana la oportunidad de conocer lo más nuevo del cine brasileño. Dentro del festival Cine Fest Brasil, los cines Renoir Plaza España ofrecen nueve películas inéditas en España, incluso algunas que aún no se han estrenado en su país. Ocho de ellas competirán por el premio Lente de Cristal, que votará el público. Es una forma de entender lo que le gusta al público español, como un termómetro, explica Adriana Dutra, directora de Inffinito, que organiza el festival.El viernes se proyectarán Mutum, de Sandra Kogut, que explora a través de la mirada de un niño el mundo nebuloso de los adultos; Andarilho, de Cao Guimarães, en la que tres personajes solitarios recorren trayectorias distintas por caminos del Estado brasileño de Minas Gerais, y Nuestra vida no cabe en un Opala, de Reinaldo Pinheiro, que expone las entrañas de una familia de clase media de São Paulo.El sábado podrán verse Yo me acuerdo, de Edgard Navarro, basada en las transformaciones provocadas por los años de la dictadura militar en Brasil; Alucinados, de Roberto Santucci, un thriller psicológico ambientado en las calles de Río de Janeiro y la coral Cinco fragmentos de una casi historia, de Guilherme Fiúza, Cristiano Abud, Cris Azzi, Thales Bahia, Lucas Montijo y Armando Mendz.Por último, el domingo estarán en las pantallas Sin control, de Cris DAmato, que explora desde la historia de un amor la cuestión de la pena de muerte; La Vía Láctea, de Lina Chamie, el viaje de un enamorado para ver a su pareja tras una pelea telefónica, y, fuera de concurso, La casa de Tom, de Ana Jobim, un documental que cuenta 15 años del día a día de Antonio Carlos Jobim, producido y dirigido por su viuda.

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