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El Museo Arqueológico Regional abrirá el cofre de Cervantes

La caja, cuyo contenido se desconoce, se encontraba bajo la estatua dedicada al escritor en 1835

El Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares es desde la mañana de este martes depositario del cofre de plomo sellado que fue extraído tras ser hallado recientemente durante unas obras bajo el suelo de las inmediaciones de la estatua de Miguel de Cervantes, frente al edificio madrileño del Congreso de los Diputados, en la Carrera de San Jerónimo. El cofre metálico, cuyo contenido se desconoce, mostraba después de su extracción signos de intensa humedad, "por lo cual deberá permanecer entre 24 y 36 horas a la espera de que se seque y pueda ser abierto", según explicó al mediodía José Luis Martínez Almeida, director general de Patrimonio del Gobierno regional de Madrid.

La caja, con dimensiones de 38x25x22 centímetros, podría ser una suerte de testigo de los empleados para jalonar, con objetos de actualidad como monedas o diarios, una efemérides como la que implicó la erección de la estatua en 1835. La escultura, fundida en bronce por Guillermo Hopfgarten, fue obra del escultor Antonio Solá, preceptor de alumnos en la Academia romana de Arte de San Lucas. Muestra al universal escritor alcalaíno en posición de marcha, con unos papeles en su mano derecha y con su mano izquierda, dañada durante la batalla de Lepanto, oculta bajo la capa y junto a la espada.

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Un cofre lleno de historia

Durante toda la jornada se ha barajado la posibilidad de que el cofre -encontrado bajo una losa argollada dentro de una fábrica circular de piedra en el subsuelo de la plaza de las Cortes- contuviera sin embargo elementos conmemorativos de la inauguración del propio palacio del Congreso, dada la proximidad entre el grupo escultórico y el hemiciclo, unos 30 metros en línea recta. Fuentes del congreso dijeron desconocer cualquier extremo al respecto. Asimismo, se conjeturó sobre la eventualidad de que la caja metálica retuviera algunos materiales vinculados al propio escritor universal, cuyo cadáver, por cierto, desapareció en el siglo XIX aunque se cree con cierto fundamento documental que se encuentra en algún lugar del recinto conventual de las Trinitarias, un cenobio situado en el barrio de las Letras, a medio kilómetro aproximadamente de la estatua.

Una fuente municipal del Área de Infraestructuras señaló por su parte que tras la apertura del cofre sería posible contemplar que, si contiene elementos de la fecha en que fuera erigida la escultura, se le agregara nuevos elementos hoy actuales, como monedas o diarios, para volver a ser realojados, conjuntamente con aquéllos, sobre el mismo lugar que ocuparon. Otra opción será que continente y contenido queden depositados en la sede alcalaína del museo regional, que dirige el paleontólogo y arqueólogo Enrique Baquedano.

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