Una comedia con ángel

Tras una etapa como actriz de televisión, Penny Marshall debuta como directora de cine a mediados de los años ochenta. Especializada en comedias, tiene especial éxito con las irregulares Big (1988) y Ellas dan el golpe (1992). En cualquier caso, La mujer del predicador, su sexto largometraje, es su mejor y más cuidado trabajo.En esta ocasión el punto de partida es La mujer del obispo, (1947), una comedia sofisticada con un ligero toque surrealista, que tuvo bastante éxito en la posguerra. Siguiendo la línea trazada por Siguiendo, mi camino (1944) y Las campanas de santa María (1945), las famosas comedias protagonizadas por un cura dirigidas por Leo MacCarey, trató de ir un poco más lejos y no acabó de conseguirlo.

Basada en un guión de Robert E. Sherwood y Leonardo Bercovici, La mujer del obispo está dirigida por el alemán Henry Koster y producida por Samuel Goldwyn. Narra cómo un ángel, encarnado por Cary Grant, llega a la tierra para ayudar a un obispo protestante, interpretado por David Niven, a conseguir fondos para construir una nueva iglesia, pero se enamora de su mujer, representada por Loretta Young.

Medio siglo después, Samuel Goldwyn, hijo, decide hacer una nueva versión de uno de los grandes éxitos de su padre. Encarga un nuevo guión a Nat Mauldin y Allan Scott, que respetan el eje dramático de la anterior, pero lo trasladan a una comunidad negra y le dan un tono musical al convertir a la protagonista en la solista del coro de la iglesia, lo que se subraya al confiar el papel a la gran cantante Whitney Houston.

La realizadora Penny Marshall hace un buen trabajo al volver a unir estos elementos, pero, al igual que le ocurre a la mayoría de sus colegas norteamericanos, ha perdido el poder de síntesis y tarda demasiado en narrar una sencilla comedia navideña con ángel. Debido a la inclusión de media docena de canciones, convierte los 108 minutos de la primera versión en los excesivos 124 actuales.

Dentro del eficaz conjunto, que debía haberse estrenado en navidades en lugar de en Semana Santa, destaca el trabajo del trío protagonista. En primer lugar se sitúa Whitney Houston en su doble faceta de actriz y cantante, seguida por Denzel Washington, que sabe dar el justo tono a su papel de ángel negro. Y entre ambos, se sitúa el menos conocido Courtney B. Vance, que interpreta -bien respaldado por los secundarios- al personaje del predicador.