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El concierto de U2 en Moscú termina en escándalo político

El té que Bonó tomó con Medvédev no impide que la policía expulse de primer recital del grupo en Rusia a los activistas de los derechos humanos

El primer y único concierto que el grupo U2 de Bono dio anoche en la capital rusa, se vio ensombrecido por la actuación de la policía, que expulsó del estadio olímpico de Luzhnikí, donde transcurría el espectáculo, a miembros de Amnistía Internacional, Greenpeace e incluso de la fundación ONE contra la difusión del sida.

Bono se había encontrado la víspera del concierto con el presidente ruso Dmitri Medvédev, en Sochi, a orillas del mar Negro, habían tomado té y conversado sobre música y sobre temas humanitarios como la lucha con el sida y la malaria, el hambre en África o los problemas ecológicos.

Pero la simpatía que mostró Medvédev por Bono no salvó al concierto que éste dio en Moscú del escándalo político. La policía obligó a desmantelar las tiendas que habían levantado organizaciones de derechos humanos e incluso detuvo a cinco activistas de Amnistía Internacional por organizar lo que ésta calificó de "mitin ilegal", según denunció Serguéi Nikitin, jefe de la filial moscovita de dicha oenegé.

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Las fuerzas del orden público rusas son conocidas por su alergia hacia todo lo que tenga relación con los derechos humanos y de ahí que no pudieran permitir que los activistas levantaran pancartas en favor del respeto a esos derechos. "Nos lo prohibieron todo, incluso nos exigieron que nos quitáramos nuestras camisetas de Amnistía Internacional", dijo Nikitin.

El concierto de U2, a pesar de todo, fue un gran éxito, aunque las televisiones rusas han tratado de dar un cuadro diferente en sus reportajes, centrándose en los atascos causados por los fans y minimizando el número de asistentes. Así, el primer canal de televisión rusa seguía diciendo esta mañana que habían sido mucho menos de lo esperado, unos 35.000, aunque incluso el portavoz de la policía, Víctor Birukov, tuvo que reconocer que en el estado había cerca de 75.000 personas.

Por supuesto, ninguno de los canales controlados por el Estado dio imágenes de Bono cantando con Yuri Shevchuk , el rockero ruso opositor, que plantó cara al primer ministro Vladímir Putin en mayo pasado. Bono invitó a Shevchuk a cantar con él la célebre Knockin' on Heaven's Door de Bob Dylan.

El mismo Bono, que aparentemente ignoraba anoche la actuación de la policía, agradeció a Medvédev durante el concierto por el encuentro en Sochi, al tiempo que alabó a Shevchuk, líder del popular grupo DDT, y mostró su admiración por Mijaíl Gorbachov, el último presidente de la hoy desaparecida Unión Soviética. "Es mi gran héroe", confesó Bono, agregando que Gorbachov había comenzado "una nueva página en el libro de la historia".

La fuerte lluvia que se desató durante el concierto no logró enfriar a los fans -habían tenido que esperar dos décadas para ver a U2 en Rusia-, que aplaudió a rabiar al legendario músico irlandés. Bono, por su parte, aprovechó para improvisar unos versos sobre el agua que caía. El concierto en Luzhnikí forma parte de la gira mundial 360 grados que realiza U2 para promocionar su álbun No Line on the Horizon. En septiembre los irlandeses llegarán a San Sebastián y Sevilla.

Bono, el cantante de U2, en un momento de su actuación en Moscú.
Bono, el cantante de U2, en un momento de su actuación en Moscú.REUTERS
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