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Reportaje:

Tan cortos que desaparecen

La Academia planea eliminar el cortometraje de la gala de los Goya

Rocío García

La próxima gala de los premios Goya, que otorga la Academia de Cine de España cada enero, será la primera en la historia en la que no estarán presentes los cortometrajistas. La decisión fue adoptada en la junta directiva de la Academia, celebrada a principios del mes de septiembre, y el objetivo es recortar el tiempo de la gala para hacerla más ágil.

Lo que no ha aligerado es los ánimos de las asociaciones de cortometrajistas, que están soliviantados. Los correos electrónicos han invadido el servidor de los responsables de la Academia pidiendo información ante esta nueva política, que consideran errónea e injusta. La Plataforma de Difusión de Cambalache Producciones, dedicada a la promoción del cortometraje, emitió ayer un comunicado en el que se muestra indignada por la decisión de la Academia. "Es la gota que colma el vaso", dice el comunicado, que añade que el cortometraje español "está muy lejos de ser un formato en manos de unos cuantos adolescentes aficionados que corren de aquí para allá con una cámara digital". Se trata, según el escrito, de un medio de expresión cuyos creadores "no entienden el cine por su duración sino por su calidad".

Desde la Agencia del Cortometraje Español (ACE) también se pidió una rectificación a la Academia. Miguel Ángel Escudero, director de cortos y responsable de la ACE, aseguró ayer a este periódico que "el cortometraje tiene que ir siempre unido al largometraje". "La única difusión de cara a la opinión pública que tiene nuestro trabajo es en la gala de los Goya. Si ya nos quitan esos minutos para llegar a una audiencia mayor, nos volveremos aún más invisibles de lo que somos".

La Academia de Cine ha tomado esta decisión, según han explicado sus responsables, para continuar con la política de agilizar la gala de los Goya. En la última ceremonia, celebrada en enero pasado, se recortó el tiempo total en 30 minutos y se fijó una duración máxima de los agradecimientos de los distintos premiados. Prescindir del espacio destinado a los premios a los cortometrajistas -se dan tres galardones: mejor corto de ficción, mejor corto de animación y mejor corto documental-, así como eliminar de la gala el premio a la mejor película europea incidiría en esta política de ahorro del tiempo. Un jurado ya ha elegido a los cortos propuestos en cada una de las tres categorías para este año. Los ganadores se darán a conocer el próximo 17 de diciembre.

Entonces, ¿adónde irán a parar los cortos? Pues a la gala de candidatos, que se celebra unos días antes de la ceremonia oficial. La razón aducida es que de ese modo los cortometrajistas serán los verdaderos protagonistas de la fiesta. "La gala de nominados tal y como estaba configurada no tenía ningún sentido", aseguró ayer la directora de la Academia, Ana Arrieta. "Pensamos que había que mejorar esta gala y hacer algo parecido a los Oscar". La anunciada gran noche de los cortometrajistas tomaría la forma de una cena de etiqueta. La Academia se mostró, en todo caso, dispuesta a reconsiderar la decisión para "no dañar a nadie".

Imagen de <i>El pan nuestro,</i> dirigido por Aitor Merino y uno de los candidatos a mejor corto de ficción.
Imagen de El pan nuestro, dirigido por Aitor Merino y uno de los candidatos a mejor corto de ficción.
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