El diseño por Mariné

"Empecemos por una teoría no contrastada: si pesáramos en una balanza el alma de un país, si pudiéramos medir de algún modo su inteligencia, unos gramos de su quintaesencia pertenecerían al diseño. No hay lámparas, ni mesas, ni carteles, ni automóviles de diseño. Existen lámparas, mesas y carteles y automóviles. Sin más". Esta es la visión Óscar Mariné imprime a parte de su quehacer, un trabajo que le ha llevado a ser elegido como comisario de la exposición Todo es diseño que se exhibirá en el Salón de Columnas del Círculo de Bellas Artes desde el 24 de junio hasta el 29 de agosto. En ella se recopila una selección de carteles, publicaciones, tipografías, envases y otros trabajos de 40 diseñadores españoles y otros 18 procedentes de otros países europeos.

La muestra nos acerca al diseño gráfico como una disciplina profesional que aporta valor en los procesos de producción, creación y comunicación de productos y servicios, mostrando su importancia en el posicionamiento de una marca, en el desarrollo de productos competitivos, la calidad de vida de los ciudadanos y la cultura. "La mejor expresión y halago para el diseño consiste en que pase inobservado, que sólo prevalezca el producto de su invención. Todo es diseño. De este modo nace uno de los mejores avales para esta profesión que trabaja para el reconocimiento público: Coca-Cola es sinónimo de Estados Unidos y Lufthansa de Alemania", asegura Mariné.

La exposición está organizada por la Sociedad Estatal para el Desarrollo del Diseño y la Innovación, ddi, y el Consejo Internacional de Asociaciones de Diseño Gráfico, ICOGRADA, como parte de la programación de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, la Icograda Design Week in Madrid 2010.

El miércoles 23 de junio, además, se celebrará en la Residencia de Estudiantes la Reunión Regional de miembros europeos de ICOGRADA, asociaciones, escuelas y entidades, que debatirán sobre diversos aspectos en relación a la promoción, la educación y la política europea de apoyo al diseño y la innovación.

"No deseamos bajo ningún concepto que esta oportunidad se convierta en una nueva función de autor sino que ponga en escena más que nunca su responsabilidad social. Hablan los productos, los símbolos, no sus creadores. El día que en España entendamos esto habremos dado un gran paso hacia la definitiva modernización del país. No lo conseguiremos si seguimos considerando al diseño o a los diseñadores como figurantes de la gran obra de la civilización industrial. Esta es una iniciativa para reivindicar el buen nombre de un oficio esencial", concluye Mariné.