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El enfrentamiento de José Cura con el público causa un gran escándalo en el Real

"No canto para esa parte de los espectadores que huele mal", dijo el tenor

Jesús Ruiz Mantilla

"Yo canto para todos ustedes y no para esa parte del público que huele mal". Así zanjó ayer el tenor argentino José Cura, al finalizar la última representación de Il trovatore en el Teatro Real, su relación amor/odio con el público de Madrid surgida a raíz de cantar Il trovatore, la ópera de Verdi, estrenada el 8 de diciembre en el Real. La reacción del cantante se produjo por los abucheos de un sector del público durante un fragmento de la ópera. Ese sector le había recriminado que hacía trampa y que había cantado con falsete.

Las polémicas representaciones de Il trovatore en el Teatro Real acabaron ayer en escándalo después de que el tenor argentino José Cura, que tenía el papel protagonista en dicha obra, recriminara a un sector del público su actitud. El cantante se dirigió durante cuatro minutos a los espectadores que había en la sala tras acabar una dura representación con gran división de opiniones, en la que se le echó en cara por parte de unos pocos su escasa preparación para cantar la obra más difícil de Verdi desde el punto de vista vocal.Tras el altercado que se formó después de que el cantante se dirigiera a un sector del público recriminándole su actitud, Cura explicó a EL PAÍS los motivos que le habían llevado a comportarse de esa manera: "Me da pena que el trabajo y la ilusión de mucha gente no se reconozca por culpa de un sector orquestado y organizado que ataca a este teatro, técnicamente uno de los mejores del mundo".

El tenor agregó: "He querido aprovechar que se retransmitía en directo por Radio Clásica para usar sus mismos medios y que se me escuche de manera objetiva y clara". Para ello, dijo, "he querido ser escueto y sencillo. No tenía nada preparado, así que me salió del alma lo que dije". El tenor argentino ha estado en el ojo del huracán con este trovatore, según muchos expertos, la obra vocalmente más difícil del repertorio verdiano e incluso de la historia de la ópera. Así ha sido desde que el cantante declarara que el famoso sobreagudo del aria Di quella pira, lo daría medio tono más bajo. La nota en cuestión, bien es cierto, no la escribió Verdi en la partitura, pero la mayoría de los tenores que la han interpretado la han ido añadiendo a la ópera desde los tiempos de el mítico Caruso.

Durante un fragmento de la representación, un sector del público fue dando avisos al tenor. Cuando Cura entonó la pieza Ah! sí, ben mio, coll'essere, del cuadro segundo de la tercera parte de la ópera, recibió abucheos. "Así no se canta". "Estás haciendo trampas". "Estás acabado".

El tenor, visiblemente irritado, respondió cantando Di quella pira con el famoso sobreagudo. "Sí, lo di", afirmó el tenor después de la actuación, "y todavía lo están buscando". Ante esta demostración de fuerza los bravos fueron entonces más numerosos que los pitidos. Y el detalle sirvió para que otra parte del público le aplaudiera más al final de la representación, poco antes de que Cura agarrase el micrófono para dirigirse durante cuatro minutos y a través de Radio Nacional de España a ese sector del público que le ha traído loco. "Yo estoy en la luz y no en las tinieblas, como ustedes", dijo. "Vengo a cantar aquí por el público y no por los que huelen mal". En ese momento los abucheos fueron ganando terreno a los bravos.

Y es que a Cura le duele especialmente tener problemas en Madrid. "Es la ciudad en la que vivo. Mi abuelo era español. Amo a esta gente y voy a seguir viniendo a cantar aquí en contra de lo que quieren lograr esas cuatro o cinco personas", aseguró. "Son los mismos que quieren que vengan a cantar los grandes ídolos del pasado, pero no pueden porque están muertos", agregó el tenor que debutó en el Teatro Real la temporada pasada con Otello, otra de las óperas complicadas de Verdi.

"Hay muchos cantantes que se niegan a volver [al Real]", afirmó, un tanto inquieto porque se confundiera su arrebato contra unos pocos con un ataque generalizado: "No es el público de Madrid el problema, son esos cuatro señores, los que me han humillado y los que se empeñan en despreciar la valía de este teatro, a los que iban dirigidas mis palabras. Ésos que no saben apreciar que de los tres trovadores que se han hecho este mes en el mundo, el de Madrid ha sido el mejor y hay que tener claro que los otros dos teatros que lo han montado son la Scala y el Metropolitan, dos de los más grandes del mundo".

Agudos más largos

Al final de la representación de Il trovatore (que se estaba retransmitiendo en directo por RNE), cuando salió a saludar, y entre pitidos, gritos y abucheos, Cura se dirigió así a esa parte del público de donde provenían los abucheos: "Como sabíamos que vendriaís a la función cuando había prensa, no nos preocupa. Nos molesta por el público que paga las entradas".

Entonces, el escándalo subió de tono y el tenor argentino José Cura continuó: "Pido más pitidos porque me dan más ganas de cantar y me salen los agudos más largos".

En esos momentos, el público de fondo presente en el Teatro Real de Madrid recriminó a José Cura con gritos de "Así no se canta, aprende a cantar" y "Chulo".

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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