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Reportaje:

De farra mexicana

La fiesta de Frijolywood reúne desde hace años a la comunidad hispana aspirante a llevarse algún Oscar

Noche cerrada en Los Ángeles, lo que quiere decir que amanece en España. El cambio horario vuelve locos a los recién llegados desde Europa. Y provoca curiosas llamadas telefónicas entre parte de los equipos cinematográficos españoles desplazados a Los Ángeles y sus respectivos jefes en Madrid. Algunos de los curritos han coincidido hace pocos minutos (insisto en la diferencia de nueve horas con la península Ibérica) en la fiesta de Frijolywood, una costumbre mexicana surgida al calor de pasadas ediciones, en las que México logró una buena colección de candidaturas. Este año no han rascado, y en la fiesta, además de dar premios a algunos de sus cineastas aquí presentes, honraron las candidaturas de El secreto de sus ojos (recogió el premio uno de los compositores de su banda sonora, Emilio Kauderer), el corto La dama y la muerte (con la presencia de uno de sus productores, Raúl García) y La teta asustada (una nutrida representación encabezada por su directora -y colaboradora de EL PAÍS- Claudia Llosa y su actriz protagonista, Magaly Solier).

'El secreto de sus ojos', de Campanella, ha perdido fuelle en sus aspiraciones al Oscar a mejor película de habla no inglesa
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Las fiestas son como las meigas: nadie las ve, pero haberlas, haylas. El alcalde de Los Ángeles, Antonio Villarraigosa, recibirá este jueves noche en una gran celebración -en colaboración con The Hollywood Reporter- a los candidatos. García llegó a Frijolywood de casa de otro de los productores del corto de animación, Antonio Banderas, donde se reunió y cenó el equipo de La dama y la muerte para decidir cómo afrontar el sprint y cerrar los compromisos de las fiestas pos Oscar. El malagueño ha decidido que habrá sarao en su casa... lo que chocará con la fiesta que preparan las productoras españolas en una villa que posee en Beverly Hills Egeda (la entidad gestora de derechos de los productores audiovisuales que preside Enrique Cerezo). Para que luego digan que no se hace nada por el cine español en Hollywood: Egeda tiene un chalet.

El sábado llega Guardans

Y entre los últimos que llegarán a Los Ángeles -el sábado- estará Ignasi Guardans, director general del ICAA, que tras múltiples gestiones pasará por la alfombra roja y entrará en la gala gracias a la entrada que le ha conseguido Banderas. Por si vale para medir dónde estarán los triunfadores el domingo, las casas de apuestas dan como fijo ganador a Jeff Bridges (Corazón salvaje) y ven empatadas las opciones de Avatar y En tierra hostil. Por parte hispana no parece que vaya a triunfar Penélope Cruz (Nine), ni La teta asustada. El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, ha perdido fuelle y Michael Haneke (La cinta blanca) parece intocable. Así que Javier Recio, con el corto La dama y la muerte, sería la única alegría del domingo noche. Él sí sabe qué hará tras ganar o perder: irá a la fiesta de su productor y después papá Banderas lo llevará al sarao de Madonna. Recio sí tocará a las meigas.

Un detalle antes de acabar. El Libro de estilo de EL PAÍS prohíbe que un periodista use como principal fuente de información a los taxistas, un viejo truco para dar color a las crónicas. Pero no dice nada de las sastras alquiladoras de esmóquines y chaqués. Desde hace tres años este juntaletras (perdón por recurrir al ejemplo personal) ha alquilado un esmoquin en la misma tienda, Black tie, situada ya en el valle, detrás de las montañas y de Hollywood, aunque sí muy cerca de los estudios. El año pasado, su dueña, Nancy, anunció que cerraba el negocio debido a la crisis. Estos días los restaurantes están más vacíos y en general la ciudad -que vive de espaldas a los Oscar, una cosa por la que cortan una manzana de Hollywood Boulevard y poco más- respira ambiente de carestía económica. Pero Nancy sigue ahí, al pie del cañón. ¿Y eso? ¿No se jubilaba? "Uy, estoy muy atareada". Ya, los premios, el cine... "No, que la gente se casa". Contra los problemas económicos, alegrías sentimentales.

Directores nominados al Oscar al mejor documental posan en la fiesta de recepción celebrada en la academia del cine estadounidense en Beverly Hills, California.
Directores nominados al Oscar al mejor documental posan en la fiesta de recepción celebrada en la academia del cine estadounidense en Beverly Hills, California.REUTERS
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