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Reportaje:

Un fotógrafo, su cámara y un contrato con el mundo

Pellegrin, dos décadas en la cumbre del fotoperiodismo

Cuando la guerra, la muerte y el sufrimiento forman parte del paisaje cotidiano de un fotógrafo, surgen las preguntas difíciles: ¿Por qué? ¿Para qué? Paolo Pellegrin (Roma, 1964), convertido gracias a su trabajo en Kosovo, Camboya, Darfur, Líbano y otras sucursales del infierno en uno de los fotorreporteros de referencia de la actualidad, no las esquiva. La respuesta, para él, nace de la necesidad de contar con testigos que construyan "el archivo visual de la memoria" del ser humano.

Pellegrin asume su compromiso desde el máximo respecto a ese "otro" que no conoce y cumple su parte del "contrato": contar lo que le sucede, dice el ganador este año del Premio Europeo de Fotografía que conceden los editores europeos. "Yo me expongo a riesgos, me han disparado, aún tengo metralla en la cabeza de un misil que explotó a pocos metros el año pasado en Líbano. Me adentro en un territorio humano extremo en el que me expongo al sufrimiento de las personas de forma consciente. Pero no soy un turista de la guerra", afirma tajante de paso por Madrid, procedente de Roma -donde pasa la mitad de los escasos 60 días al año que no está de viaje- y camino de Nueva York -donde pasa la otra mitad-, donde ayer presentó su libro As I was dying (Mientras yo moría), editado por Lunwerg, un reportaje sobre la muerte y la pérdida por el que recibió el citado galardón.

Los riesgos de su trabajo no son sólo físicos. "El acto de fotografiar es un acto de violencia sobre el otro, pero también sobre mí mismo. Pulsar el disparador no es gratuito para mí. Me debo convencer de que debo hacerlo". Prueba de ello son los miles de imágenes que Pellegrin no se ha sentido capaz de capturar: "Tengo toda una galería de imágenes". ¿Vale la pena? "Hay una posibilidad de que el sufrimiento cambie un día. Es el caso de los campos de concentración de la II Guerra Mundial. Las fotografías pueden refutar al historiador revisionista. Prefiero un mundo en el que se pueden tomar y diseminar estas imágenes", dice Pellegrin, miembro desde 2005 de Magnum, que conmemora su 60º aniversario con Magnum Magnum, una recopilación de 400 instantáneas realizadas por sus 69 miembros desde que, en 1947, Robert Capa, Henri Cartier-Bresson, George Rodger y David Chim Seymour fundaran la agencia.

Autorretrato de Paolo Pellegrin en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Autorretrato de Paolo Pellegrin en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
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