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Reportaje:Premio Nobel de Literatura

La mirada radical

Los editores hacen colan en Francfort para recuperar viejos derechos sobre obras de la escritora

En la última novela de Doris Lessing, The cleft, un senador romano cuenta la remota historia de una comunidad habitada únicamente por mujeres. El tono es mítico, y de lo que trata al fin es del descubrimiento del otro, del diferente, del hombre. A punto de cumplir 88 años, y tras haber sido una voz profundamente comprometida con África y un referente de las luchas de la mujer en un mundo gobernado por hombres, la escritora británica cuenta de un rincón del lejano pasado y pone en escena un encuentro entre los dos sexos, en un territorio y un tiempo en el que vivían solas las mujeres y no echaban de menos al hombre.

La Academia Sueca ha decidido esta vez premiar la larga obra de esta mujer menuda, combativa, entusiasta, dura y fuerte. Horace Engdahl, secretario permanente de la Academia, resumió los argumentos del jurado, informa Ricardo Moreno, comentando que el Nobel llegaba a Lessing "por su épica narrativa de la experiencia femenina, que con escepticismo, pasión y poder visionario, ha sometido a examen a una civilización desunida". La decisión, dijo, había sido "minuciosamente debatida". El premio, que este año está dotado con algo más de un millón de euros, será entregado en la tradicional ceremonia del 10 de diciembre que conmemora el aniversario de la muerte de su creador, Alfred Nobel.

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En el último Hay Festival de Segovia, donde participó en un diálogo y se mostró reacia a hablar de los viejos feminismos, Doris Lessing tenía en el trato directo la dulzura, simpatía y sencillez que sólo otorgan la sabiduría, la experiencia, los largos años de frecuentar una escritura que, sin embargo, fue rotunda y clara y radical a la hora de explorar las vidas de los más desfavorecidos y de implicarse en la lucha por un mundo más justo.

Doris Lessing nació el 22 de octubre de 1919 en la localidad persa de Kermanshash (actual Irán). Allí vivían su padre, que había sido herido en la I Guerra Mundial, y su madre, enfermera. Se trasladaron a Rodesia (hoy Zimbabue) en 1924, donde la escritora pasó su infancia y juventud en una granja (aunque estudió en la capital, Salisbury, hasta los 13 años). Leyó como posesa, se fue de casa a los 15 años y regresó para casarse a los 19. El matrimonio le duró cuatro años. Dejó entonces a su marido y a sus dos hijos y se unió a un grupo de comunistas que lideraba Gottfried Lessing, con quien se casó en 1944. Lo abandonó en 1949 y se fue a Londres con el hijo que tuvo en este segundo matrimonio.

Ahí empezó su carrera literaria (y su militancia comunista, que abandonó en 1956), cargada inicialmente con la pólvora de la crítica a la política racial del lugar de donde venía (fue declarada persona no grata por Rodesia y Suráfrica en 1956) y que fue cambiando, primero para dar cuenta de las inquietudes de la mujer -en obras como Martha Quest (1952), que inicia su serie Los hijos de la violencia, o en su célebre El cuaderno dorado (1962)- para, posteriormente, abarcar preocupaciones diversas -de nuevo la situación de África- o cultivar géneros distintos, como la ciencia-ficción. Otras obras de referencia suyas son En busca de un inglés (1965), La costumbre de amar (1983), Cuentos africanos (1984), La buena terrorista (1987) y El quinto hijo (1989). Su autobiografía tiene dos volúmenes: Dentro de mí (1994) y Un paseo por la sombra (1997). En España fue galardonada con el Premio Internacional de Cataluña (1999) y el Príncipe de Asturias de las Letras (2001).

La Feria Internacional del Libro de Francfort se convirtió ayer, como cada año, en caja de resonancia del premio. Entre los entusiastas estaban las editoras españolas de Lessing, como Silvia Querini, que adquirió hace poco para Lumen su última novela y varios títulos para lanzar una biblioteca de la autora ("fue una escritora que marcó mi juventud"), y Pilar Beltrán, que la publica en catalán en Edicions 62 ("el discurso feminista al que ella contribuyó quizá haya cambiado, pero no la rotundidad con que ella lo expresa"), y también la escritora Carme Riera, que dijo: "Fue un referente para nuestra generación". Un poco más distante se manifestó Umberto Eco, que ayer conversó sobre su último libro (Historia de la fealdad) en la feria y que comentó que es "una buena autora con una gran alma literaria", si bien le extrañó que el premio lo ganara "un autor de lengua inglesa tan poco tiempo después de Harold Pinter", informa Efe.

Mario Vargas Llosa comentó que las feministas habían adoptado El cuaderno dorado como manual cuando es, en realidad, una novela "sobre las ilusiones perdidas de una clase intelectual". En esa línea, José María Guelbenzu explicó en Madrid que considera a Doris Lessing una escritora "de primera línea" que merece el premio "por razones estrictamente literarias", pero lamenta que "se convirtiera en icono de las feministas". Más duro fue Marcel Reich-Rannicki, considerado el Papa de la crítica literaria alemana: "Es una decisión decepcionante. La lengua inglesa tiene escritores más importantes y más significativos como John Updike o Philip Roth".

Pero la verdadera excitación por el Nobel se concentró en una pequeñísima mesa: la L.2. La misteriosa codificación responde a la ubicación, en el área de los agentes literarios, de Daniela Petracco, de la agencia londinense Andrew Nurnberg, que gestiona los derechos de Lessing. Apenas una hora después de hacerse público, tres editores españoles hacían cola para intentar recuperar viejos derechos sobre obras de la autora publicadas hace ya unos años. "Su obra está muy dispersa en España", constató la agente, incapaz de cifrar el número de lenguas a las que está traducida, si bien no cree que esté editada en su país de nacimiento, hoy Irán. "Su mensaje atrae a los lectores generación tras generación, quizá no con grandes ventas, pero sí constantes", comentó Petracco.

Doris Lessing llegando a su casa en taxi ayer tras hacer unas compras.
Doris Lessing llegando a su casa en taxi ayer tras hacer unas compras.ASSOCIATED PRESS

MUJERES GALARDONADAS CON EL NOBEL DE LITERATURA

- Selma Lagerlöf (1909). Suecia.

- Grazia Deledda (1926). Italia.

- Sigrid Undset (1928). Noruega.

- Pearl S. Buck (1938). EE UU.

- Gabriela Mistral (1945). Chile.

- Nelly Sachs (1966). Alemania.

- Nadine Gordimer (1991). Suráfrica.

- Toni Morrison (1993). EE UU.

- Wislawa Szymborska (1996). Polonia.

- Elfriede Jelinek. (2004). Austria.

- Doris Lessing (2007). Reino Unido.

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