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Reportaje:

Un mueble con historia

La restauración de un escritorio del siglo XVI del Museo de Bellas Artes desvela su origen alemán.- La pieza se expondrá en diciembre

La restauración de un escritorio del siglo XVI del Museo de Bellas Artes desvela su origen alemán P La pieza se expondrá en diciembre

La restauración ha sacado del olvido un valioso escritorio antiguo de la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Después de más de una década en el fondo oculto de la pinacoteca, se halla casi listo para volver a las salas de exposición el próximo diciembre con mucha más información sobre su historia. El escritorio fue donado al museo en 1952 y catalogado como una pieza del siglo XVI, de 56 centímetros de alto por 82 de ancho, realizada en madera, hierro y alabastro.

Con la colaboración de expertos en distintas disciplinas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se ha comprobado que se trata de un mueble realizado en Alemania, en un taller de Augsburgo, un tipo de pieza escasa en España y muy cotizado en el mercado internacional.

La reproducción de los elementos perdidos no llega al 5% del conjunto
Expertos del CSIC en diversas disciplinas han colaborado en la restauración

Por vez primera, el departamento de Conservación y Restauración del museo ha asumido este año el tratamiento de una pieza de mobiliario. La falta de medios en su taller requirió la intervención de historiadores y técnicos del CSIC, laboratorios y restauradoras especializadas en muebles. La limpieza y la consolidación de la madera carcomida fueron los primeros pasos antes de reparar la marquetería deteriorada y proceder a la reconstitución de elementos perdidos. "Se han repuesto piezas de madera y alabastro que se repiten en el mueble y no falsean el resultado", explica el jefe de restauración del museo, José Luis Merino. En conjunto, las piezas restituidas no alcanzan al 5% de la pieza.

El mueble recuperará su belleza y su funcionalidad: todas las puertas y los cajones, incluidos los secretos, podrán utilizarse.

El estudio histórico ha determinado que el escritorio no era un mueble con fines meramente decorativos. La historiadora del CSIC María Paz Aguiló cree que era parte de un studiolo renancentista, una dependencia en la que los personajes acaudalados con inquietudes intelectuales reunían sus libros y objetos más valiosos. "No es por su antigüedad por lo que merece estar en un museo. Fue concebido desde su origen como una pieza preciosa", explica Merino.

Ahora se estudia la relación del mueble, profusamente decorado con marquetería incluso en el interior de los cajones, con unas puertas que fueron encargadas por Felipe II para El Escorial y con muebles de la época conservados en museos europeos, como el Victoria&Albert, de Londres.

El análisis de los materiales ha identificado la utilización de distintos tipos de madera. Hay fragmentos de de fresno y boj, y también de una madera mucho menos frecuente en muebles de la época: cocotero. Y se han encontrado rastros de oro que permiten determinar que los bajorrelieves de alabastro se hallaban parcialmente dorados.

Una técnico trabaja en la restauración del escritorio del Museo de Bellas Artes.
Una técnico trabaja en la restauración del escritorio del Museo de Bellas Artes.
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