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Los novelistas policiacos europeos rastrean los escenarios de Carvalho

Márkaris, Donna Leon y González Ledesma rinden homenaje a Vázquez Montalbán

El escenario, el barrio del Raval de Barcelona. Los personajes, los escritores reunidos en el I Encuentro Europeo de Novela Negra. Autores como el griego Petros Márkaris, la estadounidense-italiana Donna Leon y la portuguesa Filipa Melo recorrieron ayer en comitiva lugares como el restaurante Casa Leopoldo y la plaza del Pedró en la inauguración de un itinerario literario por los lugares de las obras protagonizadas por Pepe Carvalho. Fue el primer acto de un homenaje a Manuel Vázquez Montalbán que se celebró en el Saló de Cent del Ayuntamiento de la ciudad.

El itinerario, con un Pepe Carvalho (el actor Robert Gobern) con un aire a Juanjo Puigcorbé, forma parte de un programa de rutas literarias del Consorcio de Bibliotecas de Barcelona que pretende poner en relación la ciudad con los escritores que la han tratado de alguna manera en sus obras. Se realizará los sábados a partir del 29 de enero.

El dedicado a Vázquez Montalbán está dirigido por un guía y mezcla el recorrido por algunos de los escenarios de las novelas de Carvalho -también se pasa por la coctelería Boadas de la Rambla, por la sede del PSUC de la calle de la Ciutat y por el bar Glaciar de la plaza Reial- con una trama de ficción. El detective debe descubrir qué se esconde tras la muerte de una antigua amiga.

Márkaris, Leon, Melo y los locales Lorenzo Silva y Andreu Martín, entre otros de los participantes en el Encuentro Europeo de Novela Negra que ha dado inicio al Año del Libro y la Lectura, iban siguiendo las evoluciones del guía y los actores con cierta curiosidad. Se animaron definitivamente al final, con la aparición en escena de Bromuro (Joan Raja). Eso sí, se quedaron sin saber la resolución del crimen porque la comitiva tuvo que partir hacia el Ayuntamiento, donde se celebraría un acto de homenaje al escritor fallecido en 2003.

Hace unos años, cuando se empezó a hablar de la celebración del Año del Libro, Vázquez Montalbán propuso la organización de un "encuentro de detectives de ficción", recordó ayer el concejal de Cultura de Barcelona, Ferran Mascarell. Es la idea que ha acabado derivando en un encuentro de escritores, algunos deudores del autor de Los mares del sur. Así lo manifestó Petros Márkaris: "De Vázquez Montalbán aprendí a mirar la ciudad y, sobre todo, a utilizar el sarcasmo y el cinismo como forma de supervivencia. Él, que como yo vivió bajo un régimen opresivo, me enseñó cómo incluir la política dentro de la novela". Francisco González Ledesma recordó al autor que demostró con sus libros que Barcelona "consiguió conservar el alma a pesar de 40 años de silencio". Y Donna Leon, al amante de los libros que se entregaba -menudo ejemplo- a la quema selectiva.

Las palabras de Andrea Camilleri, leídas por Sergio Vila-Sanjuán, comisario del Año del Libro, hicieron pensar a los escritores en el recorrido que acababan de hacer por los escenarios de Carvalho. La amistad entre Vázquez Montalbán y el escritor siciliano se hizo "aún más profunda" durante las dos mañanas en las que le acompañó a visitar Barcelona. "Con cuanto pudor, con cuanta ironía me llevó a algún lugar que todavía sobrevivía y que él había amado. Y yo le hablaba de mis lugares sicilianos. Porque, de hecho, durante las horas que habíamos podido conversar, sin micrófonos, sin cámaras de televisión ni fotógrafos, habíamos hablado de nosotros. De nosotros como dos hombres, no como escritores. Me doy cuenta de que la literatura no ocupó en total más de unos 10 minutos del tiempo que pasamos juntos. Pero nunca, nunca olvidaré la forma súbita, irónica, humilde y feliz con la que me anunció que sería abuelo. O cuando me habló de un día en la cárcel que no creo hubiera explicado a muchas personas".

"Bien entrada la tarde del mes de octubre de 2003 en Roma un cartero llamó a mi puerta. Era una hora del todo inusual para el reparto por correo. Me entregó un paquete enviado por la editorial Frassinelli. Era el último libro de Manuel Vázquez Montalbán. Más adelante me enteré de que en el momento exacto en que recibía el libro, Vázquez Montalbán moría en el aeropuerto de Bangkok. ¿El título del libro? Happy end. ¿El subtítulo? 'Pero la historia no acaba aquí'. Y realmente no creo que se haya acabado."

De izquierda a derecha en la primera fila, la escritora británica Barbara Nadel; Donna Leon; Anna Sallés, viuda de Vázquez Montalbán; la estadounidense-irlandesa Erin M. Hart; el alcalde de Barcelona, Joan Clos; José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta; Francisco González Ledesma; Petros Márkaris, y Carina Pons, de la Agencia Carmen Balcells; en segunda fila, David Barba, comisario del encuentro, y detrás, Marta Clari, responsable de las Bibliotecas Municipales de Barcelona; Antonio Lozano; entre otros, los franceses Thierry Jonquet y Jean-Christophe Grangé; la portuguesa Filipa Melo; Alicia Giménez Bartlett; Lorenzo Silva, y el alemán Derek Arjouni; en la última fila, Sergio Vila-Sanjuán; la rusa Alexandra Marínina; el noruego K. O. Dahl; Andreu Martín; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell; Xavier Moret, y J. C. Somoza.
De izquierda a derecha en la primera fila, la escritora británica Barbara Nadel; Donna Leon; Anna Sallés, viuda de Vázquez Montalbán; la estadounidense-irlandesa Erin M. Hart; el alcalde de Barcelona, Joan Clos; José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta; Francisco González Ledesma; Petros Márkaris, y Carina Pons, de la Agencia Carmen Balcells; en segunda fila, David Barba, comisario del encuentro, y detrás, Marta Clari, responsable de las Bibliotecas Municipales de Barcelona; Antonio Lozano; entre otros, los franceses Thierry Jonquet y Jean-Christophe Grangé; la portuguesa Filipa Melo; Alicia Giménez Bartlett; Lorenzo Silva, y el alemán Derek Arjouni; en la última fila, Sergio Vila-Sanjuán; la rusa Alexandra Marínina; el noruego K. O. Dahl; Andreu Martín; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell; Xavier Moret, y J. C. Somoza.

Una amistad siciliana

He aquí algunos fragmentos del texto que Andrea Camilleri envió para que fuera leído ayer en el homenaje a Vázquez Montalbán.

"Siempre me había negado a escribir sobre mi amistad con Manuel Vázquez Montalbán por una sencilla razón: me parecía que era incapaz de hacerlo, que no conseguiría encontrar las palabras. Y es exactamente lo que me sucede mientras me esfuerzo en plasmar aquí algunas palabras".

"En total, con Vázquez Montalbán nos vimos tres veces en Roma, una en Barcelona, una en Bolonia, una en Mantua, una en Brescia; siete en total, aunque quizá haya olvidado alguna, pero ciertamente no más de diez".

"¿Demasiadas pocas ocasiones para que nazca y se cimiente una amistad? No es el caso".

"Era una amistad que puedo calificar de siciliana. Intentaré explicarme mejor. La amistad siciliana es un arte difícil, hecha más de silencios que de palabras, que se complace en saber que el amigo se encuentra cerca de ti, te intuye, sabe darte una cosa antes de que tú la pidas. Está hecha de pausas, de destellos en el fondo de los ojos".

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