La pasión de Cristo a través de un 'chapero'

Reciente ganadora del premio Euskal Media a la mejor ópera prima en el festival de San Sebastián, Johns es un filme extraño, inteligente e inquietante, no tanto por lo que parece proponer -las andanzas, el día a día de un chapero por las duras calles de Los Angeles- sino porque plantea una especie de revisión, lúcida aunque potencialmente blasfema -para un creyente, se entiende-, de la vida, pasión y muerte de Jesús, sólo que Cristo es aquí un homosexual que lo hace por 20 dólares, que se enfrenta con la cerrazón de quienes no son como. él y al que se condena a un calvario tan particular como inevitable.El filme presenta algunos puntos especialmente resaltables. El primero, la madurez, el aplomo de Scott Silver, debutante, a la hora de escribir un guión casi sin fisuras, que dosifica con prudencia los componentes dramáticos para terminar creando una resolución implacable.

El segundo, una astuta mirada supuestamente behaviorista, distante sobre el personaje. Una mirada nacida del método de construcción que Silver, cuya primera actividad fílmica fue el documental televisivo, eligió para su guión, basado en la observación cotidiana del accionar de los chaperos en Los Angeles, con multitud de entrevistas preparatorias sobre el terreno; pero una mirada sólo aparentemente distante. De hecho, lo que el filme hace, al alternar el punto de vista entre los dos personajes principales (Lukas Haas y David Arquette, impecables ambos), es obligar sutilmente al espectador a compartir la visión de la realidad de ambos, a entender sus motivaciones profundas.

Y el tercer punto de interés, una visión en absoluto idílica del mundo de la prostitución masculina que, por fortuna, no implica una sanción de la homosexualidad como opción personal, sino simplemente la explicitación de una forma de vida tan dura, sórdida e inclemente como cualquier otra de las que se desarrollan en los límites de la sociedad, es decir, del mercado y del consumo.

Filme agudo e inteligente, sorprendente contorsión ética en el terreno de lo teológico, Johns se erige en un hito en el retrato de la homosexualidad masculina en el cine. Tiene fuerza, sabiduría narrativa y contención dramática.