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Los pecados de la Inglaterra minera

La escritora Val McDermid resuelve su último crimen en 'Un territorio oscuro'

Durante la década de los ochenta, la mano de hierro de Margaret Thatcher no solo vació las ollas de los mineros del norte de Inglaterra, sino que condenó al estigma social a aquellos que no pudieron con el pulso de la dama, los esquiroles. Un territorio oscuro (RBA) de Val McDermid (Kikcaldy, 1955), alarga la sombra de este pasado para "explorar cómo los antiguos pecados vuelven al presente", dice la escritora escocesa cuyos crímenes se han traducido a más de 40 idiomas, de visita en Madrid.

Sobre este ambiente gris, McDermid dibuja un doble crimen: el secuestro de una millonaria y su hijo, con final trágico en el momento del rescate, y la desaparición de un minero en pleno apogeo huelguista. Movida por "el principio general de la pereza", la que está considerada una de las representantes del llamado Tartan Noir -término de James Ellroy para definir la pujante novela negra escocesa-, ha escrito sobre un mundo que conoce, el que su abuelo minero le contaba de niña cuando emergía a la superficie. "He tardado tanto porque a menudo lleva mucho tiempo encontrar la historia que se adapte al marco", dice.

La encargada de investigar los sucesos es su antiguo personaje, la inspectora, ahora responsable de una unidad de casos sin resolver, Karen Pirie. "Es el ejemplo de lo que una mujer debe afrontar en una institución tan conservadora como la policía. Aunque los jefes del cuerpo lo nieguen, pervive, en menor medida, una cultura misógina y homofóbica", sentencia la escritora desde su versión más activista.

Un territorio oscuro se construye sobre una estructura en red que traduce los recuerdos de los vecinos de una región escocesa a pesquisas en el presente. Pirie tendrá que lidiar con familias marcadas por las arrugas del hambre y una prestigiosa periodista londinense que, para su pesar, desarrolla su particular investigación en paralelo. "Siempre utilizo el mismo proceso en la creación de personajes, aunque compartan conmigo determinadas características", cuenta la autora en referencia a su faceta de periodista. "La diferencia está en que me cuesta menos darle voz a una reportera que meterme en la mente de un asesino en serie".

McDermid confiesa que su visión del mundo determinó su carrera como escritora de novela negra. Ahora, consagrada por sus ventas -10 millones de ejemplares en todo el mundo-, críticas y reconocimientos -el personaje de Michael Blomskvist de la saga de Stieg Larsson lee una de sus novelas-, devuelve parte de su éxito a través de una morgue donde se experimentará con una nueva técnica para embalsamar cadáveres. "He reunido a 10 escritores a los que la gente podrá votar por una libra en una web, para intentar recaudar un millón de libras", explica McDermid. La morgue tendrá el nombre del ganador. "Es mi manera de agradecer a los forenses los favores que me han hecho desde hace años".

La escritora Val McDermid, en un hotel de Madrid.
La escritora Val McDermid, en un hotel de Madrid.ULY MARTÍN
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