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Entrevista:ENRIQUE MORENTE

"El 'pellizco' se está perdiendo, y cada vez a mayor velocidad"

El cantaor Enrique Morente (Granada, 1942), una de las figuras más respetadas del cante, tampoco ha faltado este año a su cita puntual con el Festival Flamenco Caja Madrid, y anoche protagonizó un recital que bajo el título La voz creadora no pretendía ofrecer -según su propio testimonio- nada más que "voz y guitarra, pelá y mondá, aunque con poca voz". ¿Cante tradicional, quizás? "Sí", responde, "pero dentro del sonío mío y de mi cante. Soy gran amante de la tradición, pero me aburre bastante pensar que a la fuerza hay que cantar como en los discos de pizarra. ¡Qué más quisiera yo!".

"¿Acaso hay algo más surrealista que algunas de las letras flamencas?"
"Cambian hasta los sabores. Todo se pierde. ¿Quién tiene la culpa?"
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En 2008, Morente dará a conocer su nuevo trabajo, un disco sobre textos de Picasso que le ha sido encargado por el museo parisino del pintor con motivo de la exposición Carmen et Paris. De esta grabación, que el cantaor espera pueda ver la luz la próxima primavera, no quiere desvelar por ahora muchos detalles, lo que no impide que, si se le pregunta por su impresión de Picasso como escritor, se explaye en las múltiples sensaciones que le ha deparado su obra.

De la misma forma, y en cuanto surge la poesía, Morente hace expresa mención de condolencia ante la pérdida del amigo querido que fue el poeta Ángel González, con el que solía discutir si la poesía debía ser cantada o dejada sólo para ser leída. Finalmente, y apenas hace unos meses, el poeta le autorizó para que cantara uno de sus poemas, haciéndolo el cantaor en el teatro de Avilés con motivo de la presentación del proyecto de Oscar Niemeyer para esa ciudad.

Pregunta. ¿Qué se ha encontrado al introducirse en el estudio de los poemas de Picasso?

Respuesta. Diríamos que es una forma de escribir que se acerca mucho a sus pinturas. Él cultivó mucho el cubismo y el surrealismo, y una obra tiene que ver mucho con la otra. No es que lo escrito vaya a tener la misma importancia que la pintura, pero yo diría que Picasso escribía con mucho arte...

P. Usted se ha acercado a poetas de lo más diverso como Lorca, Alberti, Nicolás Guillén, Bergamín o Leonard Cohen. Pero, ante el surrealismo, ¿qué impresión ha tenido? ¿Casan sus imágenes con el flamenco?

R. El flamenco es muchísimas cosas y, dentro de su universo, tiene momentos totalmente surrealistas: los personajes, el argot, el sentido del humor... ¿Acaso hay algo más surrealista que alguna de las letras flamencas? Como aquella de Naide se arrime a mi cama / que estoy ético de pena, / nadie se arrime a mi cama / que estoy ético de pena / y el que muere de mi mal / hasta la ropa le queman. Eso cantado por alegrías no tiene mucho sentido. En otra disciplina sería una marcha fúnebre. Entonces ¿eso qué es? Es reírse del hambre, de las penas y de la propia vida con una actitud que forma parte de la propia vida del flamenco.

P. En alguna ocasión usted ha hablado del caos en que vivimos. ¿A qué se refería, al flamenco o a la vida misma?

R. Sobre todo a la vida, porque el mundo vive dentro de un caos. Quizás en otras épocas también lo vivíamos, pero no teníamos la información que ahora tenemos. Hoy podemos ver el atentado de Benazir Bhutto casi en el mismo momento en que se ha producido, con todo su reguero de sangre.

P. Entonces, su visión del flamenco...

R. Pienso que el flamenco, como música y expresión, como arte vivo que es, quizás esté atravesando un momento de esplendor. Y todo ello a pesar de la gente que se ha ido, que es mucha. Pero, actualmente, veo que existe mucha técnica, mucho conocimiento y dominio.

P. ¿Aplica ese criterio igual a las tres disciplinas, cante, baile y toque; o piensa que alguna destaca de forma especial?

R. Sí, a las tres, aunque tal vez lo más difícil, donde más esté la duda, sea en qué cantar. ¿Qué es lo que se debe cantar hoy día? Eso es lo más complicado. Es una pregunta que nos debemos hacer todos. Pero pienso que hoy se baila y se toca con una destreza extraordinaria.

P. Y todo ello a pesar de que se diga que falta pellizco o que se está perdiendo la raíz.

R. Claro que se está perdiendo el pellizco, y cada vez a mayor velocidad, pero es que los pueblos y los barrios de Andalucía han cambiado. Ya nada es igual. ¿O es que antes íbamos tan deprisa o había tantos semáforos? Han cambiado hasta los sabores. Todo se pierde. ¿Quién tiene la culpa? No tengo inconveniente en que me la echen a mí, pero ¿quién ha inventado el cambio de vida, los adelantos o el sistema digital?

El cantaor Enrique Morente, fotografiado ayer poco antes de su recital en el teatro Albéniz de Madrid.
El cantaor Enrique Morente, fotografiado ayer poco antes de su recital en el teatro Albéniz de Madrid.CLAUDIO ÁLVAREZ
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