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La reflectología saca a la luz un nuevo 'arrepentimiento' de Goya

Una joven aristócrata aparece bajo la obra 'Jovellanos en el arenal de San Lorenzo'

El Retrato de Jovellanos en el arenal de San Lorenzo (1780-1782), una de las dos obras en las que Francisco de Goya inmortalizó al ilustrado gijonés -la otra se encuentra en el Museo del Prado-, está pintado sobre otra obra anterior del artista aragonés, en la que Goya había retratado a una mujer joven.

El hallazgo de esta pintura subyacente, un recurso nada infrecuente en la obra de Goya, fue hecho público ayer por el Museo de Bellas Artes de Asturias, con sede en Oviedo, de cuya colección forma parte este óleo, propiedad del Estado, y que en abril de 2000 fue cedido en depósito al museo asturiano.

El descubrimiento del retrato oculto de una mujer joven bajo la figura de Jovellanos fue posible tras un análisis del óleo realizado mediante técnicas de radiografía y reflectografía. La digitalización de las placas radiográficas mediante un programa informático ha permitido tener una visión global de la obra, que ha dado lugar al descubrimiento de un retrato femenino de cuerpo entero. El uso de esta técnica ha sido fruto de un convenio de colaboración entre el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) y el Museo de Bellas Artes de Asturias para determinar el estado de conservación de diversas obras de la pinacoteca asturiana y orientar los estudios sobre los procesos creativos de sus autores.

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La identidad de la joven no se ha podido precisar, aunque por la vestimenta y la posición de la retratada se deduce que pertenecía a la nobleza, según la conservadora de la pinacoteca Clara González-Fanjul.

Para los especialistas del museo asturiano no hay duda de que el retrato femenino que aparece bajo Jovellanos es obra del mismo artista. Así lo indican las pinceladas cortas y decididas, muy similares en ambas obras, así como el hecho de que las dos figuras estén contorneadas y presenten la misma actitud de posado: con un brazo en jarra e idéntica disposición de los pies. Se afirma, además, que este procedimiento no fue insólito en la obra de Goya, quien en otras ocasiones también recurrió a un retrato antiguo como base para hacer uno nuevo, lo que "le permitía pintar más deprisa los retratos de sus amigos, que solía hacer en una sola sesión", indicó González-Fanjul.

El Retrato de Jovellanos en el arenal de San Lorenzo, en el que Goya plasmó al polígrafo asturiano de pie en la playa más importante de Gijón, situada a escasa distancia de la casa natal del ilustrado, fue adquirido por la compañía eléctrica asturiana HC Energía y entregado al Estado en dación como liquidación de impuestos. En abril de 2000 el Estado adscribió el cuadro a un museo nacional, como exige la ley, pero lo cedió en depósito a la pinacoteca de Asturias.

A la derecha, <i>Retrato de Jovellanos,</i> de Goya; a la izquierda, radiografía que muestra a la mujer joven que estaba debajo.
A la derecha, Retrato de Jovellanos, de Goya; a la izquierda, radiografía que muestra a la mujer joven que estaba debajo.EFE
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