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Tres solistas, baja ante la brutalidad de una ópera en Colonia

El montaje 'Sansón y Dalila', que se sitúa en el Oriente Próximo actual, incluye ametrallamientos y una violación en masa

La brutalidad de un Sansón y Dalila trasladado al Oriente Medio actual, con escenas de baños de sangre y violaciones, ha provocado una epidemia de bajas por enfermedad en el coro y los solistas de la Ópera de Colonia, que de pronto se ha visto necesitada de nuevas voces para la representación. Un total de 28 de los 64 miembros del coro han presentado la baja por enfermedad antes del estreno de la obra, previsto para el 2 de mayo, indicó hoy el portavoz de la Opera, Johannes Wunderlich.

Las bajas más sonadas son las de la mezzosoprano israelí Dalia Schachter, que interpreta el papel principal de Dalila, así como otros dos compañeros en el elenco, Samuel Youn, que encarna a un sacerdote, y Ulrich Hielscher, que da vida a un hebreo antiguo. La razón de las deserciones parece ser la brutalidad de algunas de las escenas de la producción, dirigida por Tilman Knabe, que sitúa la bíblica Palestina de la obra compuesta por Camille Saint-Saëns en el Oriente Medio de hoy. La retirada de Schachter supone un golpe para la Ópera de Colonia, a la que pertenece la mezzosoprano desde 1995 y que en 2007 fue nombrada intérprete titular (Kammersängerin).

Una veintena de miembros del coro ha causado baja por enfermedad antes del estreno, previsto para el 2 de mayo

Entre el coro se ha producido un éxodo de libranzas y bajas por enfermedad, según informa el diario local Kölner Stadt Anzeiger. Se da la circunstancia de que muchos cantantes del coro fueron testigos de la guerra de los Balcanes y al revivir escenas de matanzas han resultado conmocionados. Su malestar físico y mental ha sido confirmado por los médicos, según ha indicado al rotativo alemán Astrid Schubert, portavoz del coro de la Ópera de Colonia. Y añadió que la sangría en que derivan algunas imágenes creadas por Knabe han provocado ese malestar.

El abundante número de bajas pone incluso en peligro la continuidad del director musical, Enrico Delamboye. "Hemos llegado a un punto crítico", se ha lamentado el director. Su queja, sin embargo, no se centra tanto en la puesta en escena, como en las dificultades técnicas de no poder contar con los cantantes necesarios.

La portavoz ha precisado que de ninguna manera se trata de un boicot contra la obra y que desde el principio se han mantenido conversaciones con los responsables municipales y con el propio Knabe. "Fue la escena de la violación en masa la que provocó que los cantantes rompieran a llorar, lo que puso de manifiesto la tensión a la que estaban siendo sometidos", añadió. "Obviamente es una ficción, pero el director artístico debería haber preparado a los intérpretes ante semejante tensión física y emocional", explicó Schubert.

Los responsables de la Ópera se han desmarcado de esas explicaciones y argumentado que, por ahora, se ha ensayado aún "en seco", ya que no se recurrirá al derramamiento de sangre hasta el estreno. Wunderlich considera que la reacción es un tanto exagerada y que tal vez lo que ocurre es que en Colonia no se está "acostumbrado" a escenas que sí se han visto en otras óperas, con un Macbeth decapitado, por ejemplo. En el Sansón y Dalila de Knabe se asiste a un baño de sangre con ametralladoras y a una violación en masa.

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