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UNIVERSOS PARALELOS
Columna
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El vaquero blandito

Diego A. Manrique

Por estas fechas, las emisoras estadounidenses solían desempolvar los discos de Gene Autry. ¿Gene qué? Un vocalista-actor que, a partir de 1947, editó popularísimas canciones navideñas, incluyendo la inmortal historia de Rudolph, el reno de nariz roja. Cuando descubrí aquel fenómeno radiofónico, tuve un verdadero momento magdalena de Proust.

En los años sesenta, había una anomalía en los quioscos españoles. Junto a los tebeos nacionales, se vendían los de Editorial Novaro. Impresos en México, traducían Superman y otros comics gringos. Nos asombraban sus páginas en color, su vocabulario (los malos eran "pillos") y otras peculiaridades que -nos enteraríamos décadas después- mostraban la mano de la censura mexicana.

Cuando descubrí aquel fenómeno radiofónico, tuve un verdadero momento 'magdalena de Proust'

Por aquellas historietas supimos de la existencia de vaqueros cantantes como Gene Autry (1907-1998), aunque el investigador J. B. Heinink asegura que algunas cintas suyas se exhibieron en la posguerra española. Autry rodó 93 películas (durante su época cumbre, ¡ocho al año!) pero inicialmente triunfó como artista discográfico. Es la única figura con cinco estrellas en el Hollywood Walk of Fame: por su trabajo en música, radio, cine, televisión y espectáculos en directo. Cierto que esas estrellas son pagadas por el homenajeado pero dan idea de la fama del personaje.

Alguien preguntará: si tan importante fue ¿cómo es que no tiene discos de homenaje, un biopic, algún reconocimiento cool? Bien, Autry era poco original, no como Jimmie Rodgers, de quién Gene grabó abundantes composiciones. Y se especializó en canciones del Oeste, que la industria matrimonió con los sonidos sureños bajo la rúbrica country & western, finalmente reducida a country. Aunque, si buscan bien, encontraran ecos de Gene Autry en artistas tan dispares como Ringo Starr, Solomon Burke o James Taylor: su Sweet baby James, es una cowboy song, variante de nana.

Además, sus películas nunca aspiraron a competir con las de John Ford. El cine de Gene era serie B, entretenimiento blanco: ni estaban permitidos los besos. Hoy, Hollywood gusta de ofrecer una narrativa de resistencia, con sus creadores echando pulsos al código Hays, que establecía lo permitido y lo prohibido. Pero generalmente obedecían.

Así, Gene se implicó en la política de Buena Vecindad, inspirada por el presidente Roosevelt para contrarrestar la influencia nazi en Latinoamérica. Rodó películas de ambiente hispano, Gaucho serenade o Down Mexico way. También cantó Amapola, María Elena y El rancho grande.

A pesar de esas muestras de docilidad, Autry lo pasó mal durante la II Guerra Mundial. Su jura de bandera fue gran noticia, transmitida por la radio a toda la nación, pero luego se sintió ninguneado. Desapareció de escenarios y pantallas: estaba enfrentado a su estudio, Republic Pictures, que se vengó promocionando a su principal competidor, Roy Rogers. Su valedor fue un astuto congresista tejano, al que había apoyado en campañas, Lyndon Baines Johnson, que ocuparía la Casa Blanca tras el asesinato de Kennedy. Gracias a Johnson, Gene pudo pilotar aviones y vivir aventuras.

Ya licenciado, Autry volvió con su versión espectacular del típico rodeo. En 1958, incluso se presentó en La Habana, donde coincidió con el secuestro de Fangio por los revolucionarios. Según rumores, el piloto había sido tratado a cuerpo de rey, incluyendo una expansión sexual. Gene bromeó ante la prensa: en esas condiciones, no le importaría ser secuestrado. Semejante ocurrencia indignó a Batista y Autry debió largarse a toda prisa, abandonando los animales que había llevado a Cuba.

Gene Autry pudo ser un borrachuzo y un mujeriego pero tenía un aspecto bondadoso, que se acentuó en su ancianidad. En 1994, visitó a cuatro de los tipos más duros del country: Waylon Jennings, Johnny Cash, Willie Nelson y Kris Kristofferson. Estaban grabando su último disco como The Highwaymen y el productor, Don Was, alucinó: los cuatro retrocedieron a la infancia y babearon ante Auntry. Que puso su firma sobre la guitarra negra de Johnny. La pueden ver en su famoso último vídeo, el correspondiente a Hurt.

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