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'De visita' condensa la ironía y la crueldad de Maeve Brennan

La autora, que publicó centenares de artículos, sólo escribió una novela corta

Aurora Intxausti

Hizo de la concisión un arte, transformó las palabras en interesantes artículos publicados en The New Yorker y fue capaz de recrear para el lector en el centenar de páginas de De visita (Lumen) la vida de una joven que decide regresar a su Dublín natal después de vivir exiliada en París. Maeve Brennan (Dublín, 1917-Nueva York, 1993) emigró a los 17 años a Estados Unidos y años después comenzó a colaborar en la prensa neoyorquina. Inicialmente, escribió sobre moda femenina, pero enseguida comenzó a publicar brillantes reseñas de libros y creó un personaje que le permitió escribir historias interminables sobre el Nueva York menos conocido.

Maeve Brennan tuvo una vida errática y peculiar; nació en Dublín, pero emigró a Estados Unidos junto a su familia. Su padre, un destacado activista político irlandés, había sido condenado a muerte en Dublín por su participación en la Rebelión de Pascua de 1916, pena que fue conmutada por cadena perpetua y posteriormente anulada. Al salir de la cárcel, Robert Brennan fue designado embajador de Eire en Estados Unidos de 1938 a 1947. Maeve Brennan, según su biógrafa Angela Bourke, "apenas tenía cinco pies de alta, casi siempre iba vestida de negro y los altos tacones de sus zapatos Papagallo sonaban por los pasillos con paso enérgico. Su coleta de caballo le daba una apariencia más joven de lo que era, pero ella nunca iba sin su pintura de labios oscura ni su espeso maquillaje, y una rosa roja, o un clavel, en su solapa". Cuentan que su sentido del ridículo no se vio afectado jamás y que, como su predecesora Dorothy Parker, podía ser despiadada. Sus detractores la consideraban "recelosa, silenciosa y, a veces, peligrosa", y sus admiradores, "divertida, elegante y en ocasiones generosa".

La biografía de Brennan dice que se casó con poca fortuna con el editor de The New Yorker Clair McKelway, un hombre "imprevisible y con talento". Su carrera como escritora en prensa fue brillante, inventó un personaje para la columna La dama interminable, en la que desarrollaba su capacidad creativa con ironía y en la que contaba innumerables historias sobre un Nueva York hoy ya inexistente.

A Brennan le gustaba deambular en sus narraciones por las zonas más sórdidas de la ciudad y vagabundear por hoteles baratos habitados por personajes solitarios. Sus recorridos por el lado oscuro de la ciudad acabaron influyendo en su mente y en los años ochenta comenzó a sufrir episodios psicóticos que le obligaron a abandonar poco a poco la escritura. Su colaboración activa con The New Yorker finalizó en 1981. Pese a ello, los responsables de la revista, cuando comprobaron en el estado físico y mental en el que se encontraba, pusieron a su disposición un alojamiento en la ciudad que ella se negó siempre a aceptar. Cuando la escritora no estaba internada en algún hospital, o vagabundeando entre los mendigos de las calles de Nueva York, el único lugar en el que deseaba vivir era en el lavabo de mujeres de las oficinas de la revista en la que había trabajado durante algo más de tres décadas.

Ironías del destino, el primer relato que publicó Brennan, The holy terror, narra la vida de Mary Ramsay, encargada durante 30 años del lavabo de señoras del hotel Royal de Dublín. La autora escribió artículos y relatos llenos de ironía, cinismo y ciertas dosis de crueldad. En The springs of affection: stories of Dublín, Brennan no puede escapar de los recuerdos de la ciudad en la que nació.

De visita, la primera obra de la autora que ahora se publica en España, fue encontrada a su muerte entre los manuscritos que guardaba. Publicada por primera vez en 2000, y traducida y prologada por Ana Nuño en su edición en español, gira alrededor del regreso de una joven, Anastasia King, a su Dublín natal tras pasar varios años exiliada en París, ciudad a la que se había trasladado junto a su madre cuando ésta decidió abandonar a su padre.

Maeve Brennan no tenía por costumbre hablar con nadie de sus proyectos literarios y tampoco conservaba su correspondencia. El original de la novela, custodiado por la Universidad de Nôtre Dame desde 1982, cuando la institución compró los archivos de Sheed&Ward, la principal editorial católica de los años cuarenta y cincuenta de Nueva York, no está fechado, aunque en él figura una dirección, la casa en la que vivió Maeve Brennan hasta mediados de los años cuarenta. Los estudiosos de la escritora creen que la nouvelle la escribió con menos de 30 años. De visita narra con precisión exquisita la vida de una joven y sus recuerdos. En ella escribe con lucidez para referirse al lugar en el que uno habita: "El hogar es un lugar en la mente. Cuando está vacío, vibra. Vibra con los recuerdos, rostros, lugares y épocas pasadas".

Maeve Brennan.
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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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