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Un visitante rompe la efigie en cera de Hitler el primer día de exposición

Un ex policía en paro decapita la figura de la galería Madame Tussauds de Berlín

Ya a mediados de los años treinta, el escritor Friedrich Reck se lamentaba por no haberle pegado un tiro a aquel tipo de "fláccida cara de hogaza" con el que coincidió en un restaurante de Múnich en septiembre de 1932, sólo unos meses antes de que comenzara su dictadura. Ayer, un vecino del barrio berlinés de Kreuzberg no quiso renunciar a darle un trompazo a la figura en cera de Adolf Hitler expuesta desde hacía unos minutos en la galería Madame Tussauds, recién inaugurada a poca distancia del búnker donde el modelo original se voló los sesos en 1945. La policía hablaba ayer de "atentado con éxito".

Hubo críticas que decían que la figura inspiraba más lástima que miedo

Según la edición online del diario Berliner Morgenpost, el émulo del conde Claus Schenck von Stauffenberg es Frank L., un ex policía. Está en paro desde que, durante una manifestación del primero de mayo en Berlín, sintió que él "pertenece al otro bando" y dimitió.

Con su atentado a la efigie, el berlinés de 41 años realizó lo que no lograron los conjurados en la Operación Valquiria ni acertaron a culminar los servicios de inteligencia aliados durante la II Guerra Mundial: borrar a Hitler del mapa. Sólo un visitante común había pasado antes que él ante el despacho impostado del Hitler de cera. Tras observar la escena un momento, el segundo visitante esquivó a los guardaespaldas del Führer, éstos sí de carne y hueso, se encaramó al escritorio y le propinó un golpe a la figura que bastó para decapitarla. Los encargados del museo tuvieron que llevarse los restos. De momento, los amantes de la cera uniformada deberán conformarse con Otto von Bismarck, que los recibe con vistosas galas prusianas y tocado con su casco puntiagudo.

El revuelo sobre la inclusión de Hitler entre las 75 figuras de la nueva delegación de Madame Tussauds comenzó hace semanas. La presentación del proyecto permitió a los medios impresos volver a poner a Hitler en las portadas, un probado reclamo para subir las ventas. El populista rotativo Bild, que leen diariamente 12 millones de alemanes, cargó las tintas contra la exposición desde su anuncio.

La multinacional de figuras de cera Madame Tussauds alega que la figura mostraba a Hitler como un hombre acabado. Una de las críticas más extendidas era, de hecho, que la figura inspiraba más lástima que miedo y así permite obviar que Hitler fue el máximo responsable del asesinato de seis millones de judíos y el iniciador de la devastadora II Guerra Mundial.

Los turistas y curiosos que guardaban cola por la tarde para acceder a la galería se mostraban comprensivos y más bien risueños. Anna, de 28 años, quería entrar para ver "estrellas de cine y políticos actuales, que están muy bien hechos; pero necesito ver a Hitler, que fue un hombre horrible". Cerca de ella, un joven pedía sonriendo que ahora "rebajen el precio de las entradas".

Figura de Adolf Hitler, en el museo de Madame Tussauds, antes de ser decapitada por un visitante.
Figura de Adolf Hitler, en el museo de Madame Tussauds, antes de ser decapitada por un visitante.REUTERS
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