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Una "vulgar" Salomé inaugura la temporada de la ópera en Roma

La soprano Patanè interpreta desnuda durante 11 minutos el papel de la sobrina de Herodes sin causar una gran acogida entre el público romano, que tacha de "vulgares" algunos de sus bailes

La ópera de Roma inauguró anoche su nueva temporada con Salomé (1905), de Richard Strauss, inspirada en la obra homónima de Oscar Wilde, en la que su protagonista, la soprano italiana Francesca Patanè, apareció desnuda sobre el escenario y así permaneció los once minutos que dura la escena cumbre de la siempre polémica obra de Wilde, en la que Salomé interpreta la danza de los siete velos por expreso deseo de su tío, el Rey Herodes, enamorado locamente de ella.

Herodes, extasiado por la contemplación de la princesa le dice que puede pedir lo que quiera y que le será concedido. Ésta pide la cabeza de Juan el Bautista, preso. Herodes por más que intenta zafarse de su promesa no lo consigue y accede. Salomé está contenta con la decisión. No obstante cuando le es entregada la cabeza del profeta, ésta se lanza a besarlo en la boca. Situación que repulsa a los asistentes a la fiesta, hasta el mismo Herodes que pide que la princesa sea aplastada bajo los escudos de los soldados.

Vulgaridad

Pero el desnudo interpretado por la artista italiana no encontró lo que buscaba: escandalizar. El público romano acogió con un correcto pero comedido aplauso su interpretación -enteramente en alemán, convirtiéndose así en la primera italiana que canta la ópera en ese idioma-, pero se mostró indiferente con la actitud provocativa de Patanè sobre el escenario. No fue el único desnudo de la noche. En el prólogo en prosa el papel de Salomé fue interpretado por la actriz Maruska Albertazzi, que además enseñó su cuerpo completamente depilado. Los desnudos no parecieron mal a nadie, pero sí los movimientos de Salomé (Patanè) ante la celda en la que está encarcelado Juan el Bautista, calificados como "vulgares" por muchos de los asistentes.

Al final del estreno, Patanè cosechó el aplauso del público, mientras el director de la ópera, Giorgi Albertazzi, tuvo que escuchar "no pocos silbidos", según recogió el diario Corriere della Sera. El crítico del diario Il Messaggero, Alfredo Gasponi, preferió resaltar la novedad que suponía cantar la ópera en su idioma original que el hecho del desnudo en escena. En opinión de Gasponi, "algo ha cambiado en la lírica de Italia", ya que "las sopranos y los tenores italianos están descubriendo que para ser competitivos deben dominar otros idiomas".

El mismo crítico aplaudió que Patanè se hubiera impuesto a la orquesta, que en ocasiones tuvo una fuerza musical que se sobrepuso a las voces de algunos de los intérpretes. El tenor alemán Reiner Goldberg, en el papel de Herodes, también recibió una buena crítica.

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