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Fórmula 1

El Gran Premio de Alemania, marcado por la muerte de Patrick Depailler

El Gran Premio de Alemania de Fórmula 1, novena prueba puntuable para el Campeonato del Mundo de esta temporada, se disputa hoy marcado por la tragedia de la muerte -aún sin haber sido totalmente justificadas las causas- del francés Patrick Depailler, mientras realizaba con su Alfa Romeo unos entrenamientos privados para probar neumáticos. La otra nota destacada es el dominio del australiano Alan Jones -vencedor de las dos últimas carreras- y los Williams, que, junto con los Renault y los Ligier, parten como favoritos. Alan Jones obtuvo el mejor tiempo en los entrenamientos y será primero en la parrilla de salida.

La trágica desaparición de Depailler no alterará, sin embargo, la clasificación del campeonato. El francés llevaba a cabo la dificilísima tarea de desarrollar y poner a punto el nuevo monoplaza italiano y, hasta ahora, pese a los progresos evidentes del mismo, no había llegado a sumar un solo punto.Por contra, Alan Jones, que, paradójicamente, unos días antes había comentado la enorme peligrosidad de la curva donde posteriormente encontraría la muerte Depailler, domina con claridad esta fase del mundial. Aunque los Williams no parecen estar tan afinados como los Ligier, el australiano ha logrado imponerse a sus rivales en las dos últimas carreras, tres si se cuenta el Gran Premio de España, también ganado por él.

En estas últimas carreras, Jones ha utilizado siempre la misma táctica. En las primeras vueltas mantiene una posición destacada, pero sin forzar demasiado, lo que permite a Laffite o Pironi, los dos pilotos de Ligier y grandes rivales del australiano, destacarse algo. Alan Jones no parece preocuparse entonces del esfuerzo de los Ligier, que, a base de forzar considerablemente sus máquinas -sobre todo sus ruedas-, logran hacer el agujero entre ellos y el australiano.

Pero cuando se ha cubierto un tercio de carrera, Jones, que ha cuidado su coche durante esta primera fase, inicia un ataque que, al menos hasta ahora, siempre le ha dado resultado. En ese momento su coche está en óptimas condiciones, mientras que los de sus rivales, que han realizado un enorme esfuerzo físico y psíquico para distanciarse, tienen ya las ruedas en malas condiciones.

Con absoluta frialdad, como quiere y cuando quiere, Alan Jones ataca entonces a unas presas que pese a que pudiera parecer lo contrario, ha tenido siempre perfectamente dominadas y a su alcance.

Ahora, además, cuando sólo faltan cinco carreras para que la temporada termine, el australiano cuenta con una ventaja de seis puntos sobre el brasileno Nelson Piquet -la gran revelación de la temporada, pero que, según confesión del propio Jones a EL PAIS, no le da tanto miedo como los do pilotos de Ligier-, catorce sobre Arnoux y Pironi, diecisiete sobre su compañero Reutemann y veintiuno sobre Laffite. Esa considerable ventaja de puntos le puede permitir a Jones cierto margen de comodidad y reservarse para sumar puntos sin arriesgar en acciones comprometidas. Acciones que sus rivales estarán forzados a hacer si quieren mantener sus remotas aspiraciones al título mundial.

Parrilla de salida: 1, Alan Jones (Williams); 2, Jabouille (Renault); 3. Arnoux (Renault); 4, Reutemann (Williams); 5. Laffite (Ligier); 6, Picquet (Brabham); 7, Pironi (Ligier); 8. Rosherg (Fittipaldi); 9. Andretti (Lotus); y 10, Patrese (Arrows).

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