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Una máquina perfecta

Era algo que Fernando Alonso iba pidiendo a gritos y que al final se realizó. Su victoria de ayer en la carrera de F-3.000 en Spa Francorchamps puede que haya sorprendido a algunos, pero no a mí. He convivido con él estos últimos años y conozco su potencial. Es una máquina perfecta para este trabajo. Lo tiene todo. Es capaz de sacar dos segundos de ventaja a sus rivales en la primera vuelta de una carrera, en un circuito que apenas conoce, como acaba de hacer en Spa. No se cansa, se mantiene siempre centrado en la carrera, piensa, y memoriza el circuito a las pocas vueltas.Para mí, Fernando será el piloto español más grande. Creo que será el primer campeón español de fórmula 1 de la historia. Y eso no es algo que diga sólo yo. Es un comentario que comienza a escucharse en el paddock de la F-1.

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Alonso acaba a lo campeón

Él siempre dice que pilotar un F-3.000 es aprender a conducir mal. Cuando el año pasado probó por primera vez un Minardi de F-1, tras quedar campeón de fórmula Nissan, impresionó por la simbiosis que logró con el bólido tras rodar sólo unas vueltas. Y ahora mismo conduce mejor un F-1 que un F-3.000.

Hay pocos pilotos que pueda igualar su palmarés: cinco veces campeón de España de karts; dos subcampeonatos de Europa, un título de campeón del Mundo, y otro de campeón italiano de la misma modalidad; y el año pasado fue campeón de la fórmula Nissan, en su primer año, tras lograr nueve veces el mejor tiempo en los entrenamientos y conseguir seis victorias en carreras.

A lo largo de esta temporada ha vuelto a demostrar la calidad de pilotaje que atesora. Es cierto que hasta las últimas carreras no pudo materializar sus prestaciones. Pero desde las primeras pruebas estuvo compitiendo entre los mejores del campeonato, y luchando con rivales más experimentados por la quinta y sexta plaza. Sin embargo, diversos problemas le impidieron concluir: un cable que se rompe, la descalificación del equipo (pieza irregular), problemas mecánicos.

El primer punto llegó en Austria, hace algo más de un mes. Y en Hungría, hace dos semanas, vivimos ya un gran momento, cuando concluyó en segunda posición. Ayer, en Spa, se confirmó todo lo que en los circuitos se había estado anunciando. Y para mí, verlo en lo más alto del podio es una satisfacción y un orgullo, porque sé lo mucho que hemos trabajado para poder disfrutar de este momento.

Su futuro está, sin duda, en la fórmula 1. No sé si podrá comenzar a competir el próximo año o el siguiente, tal como establece el contrato que ya tiene firmado con la escudería Minardi. Pero, a diferencia de la mayoría de pilotos, entrará en el Mundial de F-1 sin necesidad de aportar un patrocinador. Minardi adquirió el compromiso, a finales del año pasado, de convertirlo en miembro de su equipo a partir del año que viene, y de asegurarle un volante para el Mundial a partir del año 2002. Tras la victoria de ayer, es muy probable que le veamos ya en la F-1 dentro de pocos meses.

Adrián Campos, ex piloto de F-1.

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