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Reportaje:FÚTBOL | El drama de un guardameta

La gran victoria de Armstrong y Penev

Tras superar el cáncer, el ciclista ganó sus cuatro 'Tours' y el búlgaro jugó un Mundial

El ciclista estadounidense Lance Armstrong y el futbolista búlgaro Lubo Penev lograron sobreponerse a un cáncer testicular y consiguieron sus mayores éxitos como deportistas una vez superada la enfermedad. Armstrong, a quien le diagnosticaron el tumor en octubre de 1996, conquistó dos años y medio después su primer Tour, que luego amplió hasta cuatro. Penev supo de su enfermedad en febrero de 1994, cuando jugaba en el Valencia. Tardó diez meses en reaparecer y, ya en el Atlético de Madrid, formó parte del equipo que conquistó la Liga y la Copa en 1996. También el futbolista danés Ebbe Sand sufrió el mismo cáncer en el año 98. Siguió en activo y fue el máximo goleador de la Liga alemana en la temporada 2000-2001, lo que le valió para ganarse un puesto como delantero titular en la selección de Dinamarca que jugó el Mundial de Corea y Japón.

Al estadounidense le extirparon un testículo, y el cáncer se le extendió a los pulmones y al cerebro
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La recuperación de Armstrong resultó sorprendente. Y no sólo por su rendimiento posterior, por lograr convertirse en el mejor ciclista del mundo, sino porque su enfermedad fue de una gravedad extrema. El día 2 de octubre de 1996, cuando el corredor tenía 25 años, le fue descubierto el tumor y un día después le fue extirpado un testículo. Pero el cáncer se había extendido considerablemente, primero a los pulmones y luego al cerebro.

Armstrong se entrevistó con los más prestigiosos médicos de su país y, una vez sopesadas las diversas posibilidades, se puso en manos de los especialistas del hospital de la Universidad de Indiana. Allí encontró el único centro de oncología que, en caso de tener éxito en el tratamiento, le garantizaba que podría seguir corriendo en bicicleta.

El estadounidense fue operado de los pulmones y del cerebro y recibió cuatro sesiones de quimioterapia repartidas en tres meses. Se le cayó el pelo, mientras la médula ósea, los músculos y los dientes se vieron afectados seriamente. El 13 de diciembre de 1996 se sometió a la última sesión de quimioterapia. Días más tarde, Armstrong salía a dar un paseo en bicicleta.

El año 97 Armstrong, que cuatro años ya había ganado un título Mundial, lo dedicó por completo a recuperarse. Cuando tuvo en la mano los primeros análisis que hablaban de la positiva evolución de la enfermedad, el ciclista se convenció de que podría volver a competir. En enero de 1998 fichó por el US Postal y comenzó a escribir su leyenda. Su primera carrera fue la Vuelta a Andalucía, 518 días después de su retirada. Fue cuarto en la Vuelta a España y en el Mundial, y al año siguiente conquistó el primero de esos cuatro Tours que le han convertido en uno de los ciclistas más grandes de todos los tiempos.

Un balonazo recibido durante un entrenamiento con el Valencia llevó al búlgaro Lubo Penev a hacerse unas pruebas en aquel mes de febrero del 94, cuando tenía 27 años. Lo que se suponía un golpe sin trascendencia permitió descubrir un tumor en su testículo izquierdo. Penev viajó a Barcelona para ser tratado en la clínica Puigvert. Siempre acompañado de su compatriota Hristo Stoichkov, Penev se sometió a sesiones de quimioterapia durante cinco meses. La pronta detección del tumor resultó vital en su recuperación.

El 23 de enero de ese año 94 Penev había disputado su último partido. Fue un Valencia-Oviedo, en el que el búlgaro consiguió un gol de penalti. Exactamente 10 meses después, 'cuando ya he recuperado toda la energía', según dijo él mismo, Penev reapareció ante el Deportivo. Pero lo mejor estaba por llegar.

En la temporada 95-96 el delantero consiguió hacerse un hueco en el Atlético, precisamente junto a Molina, coincidiendo con una de las mejores temporadas en la historia del club rojiblanco. Allí logró el mayor éxito de su carrera, el doblete, la Liga y la Copa. Luego, en 1998, jugaría su primer Mundial. A los 32 años, tras jugar también en el Compostela y el Celta, Penev abandonó la Liga española, donde dejó una tarjeta con 305 partidos y 129 goles, 71 de los cuáles llegaron tras la enfermedad.

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