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COPA DEL REY / OCTAVOS DE FINAL (IDA)

El Real Madrid de Tercera División tuteó al Atlético

El Atlético se mostró incapaz de golear anoche al equipo de Tercera División del Real Madrid. Y lo peor no fue eso, sino que dio tanta sensación de pobreza futbolística como de escasez de recursos. El Atlético venció con apuros y hasta Elduayen tuvo que salvar el empate, que habría sonado a humillación en el Calderón frente al rival de la casa blanca que había enfrente, al detener al filo del descanso un penalti lanzado por Mediavilla.El equipito madridista de anoche, formado por meritorios que van a llegar lejos, como su cerebro, Aragón, y por chavales que no han tenido cabida en el Castilla, salvo Caminero, había perdido el pasado domingo en su campo con el Leganés por 1-5. Así que los pocos aficionados rojiblancos que asistieron al choque se marcharon con una terrible incógnita: ¿habría pasado el Atlético aún más problemas ante el Leganés?

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Porque hubo otras cosas que no acertaron a explicarse. Por ejemplo, cómo un equipo que a principios de temporada suspiraba por el fichaje de un lateral zurdo acabase anoche el partido con tres teóricos defensas izquierdos en auténtica fila india: Rodolfo, Rubén Bilbao y Quique. O cómo el Atlético no era capaz de poner en apuros a su rival, hasta el punto de que, tras 90 minutos de sopor, no quedase evidencia alguna de si el portero Diezma tiene condiciones para el puesto. Aparte del gol de Salinas, de un disparo de Uralde y de un remate de Landáburu al travesaño, el Madrid no se sintió agobiado.

El Atlético, ciertamente, manejó el balón casi siempre pero casi siempre mal, y tampoco arrasó en los balones altos para ver si Arteche o Ruiz metían su cabeza. El Madrid se defendió bien incluso cuando en el segundo tiempo Jayo recurrió a Llorente y éste ligó alguna jugada que se iniciaba y culminaba con estilo taurinos: pitos y palmas en la grada.

En el Madrid destacó la calidad y elegancia en la media de Aragón y la gente se entretuvo también contando las faltas de la defensa madridista a Julio Salinas. El vasco estimuló a lo

hinchas de la estadística: cayó derribado 12 veces en 67 minutos. Y el Atlético no cayó del todo gracias al penalti que de tuvo Elduayen.

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