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Crónica:Fútbol | Sexta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Y Agüero emuló a Diego...

El argentino se inventó el gol de la victoria haciendo revivir la 'Mano de Dios', mítica acción que protagonizó Maradona. Pérez Lima hizo el resto

El Calderón descolgó el cartel de Se busca ídolo. El pequeño Agüero, genial, astuto, rindió pleitesía a una de las jugadas más recordadas de la historia del fútbol. El Atlético venció ante un dignísimo Recre (2-1), que además tuvo que soportar el castigo que le infligió un nefasto Pérez Lima.

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Llegó el partido post Maxi. Un encuentro que, independientemente de lo que ocurra de aquí a final de temporada, marcará un antes y un después en la campaña rojiblanca. No se trata de ser dramáticos, no. Sencillamente, el argentino ha dejado un hueco difícil de ocupar, como cuando un niño pierde su juguete preferido. Tendrá uno nuevo, sí, pero no será el mismo. La Fiera aporta un plus de carácter y fuerza que a buen seguro echará en falta el equipo. Se espera respuesta; desde el terreno de juego y desde los despachos -se buscan culpables-.

Polémicas aparte, el partido frente al Recreativo se presentaba como una magnífica oportunidad para confirmar las buenas sensaciones que los rojiblancos transmitieron en el Bernabéu. Sin Maxi, sí, pero con una gran dosis de optimismo que se desprende de acariciar los puestos de Liga de Campeones. Enfrente, el Recre, todo un decano que está completando un excelente inicio de campaña.

Bajo estas premisas, los dos equipos saltaron al terreno de juego con la voluntad de agradar. En el Atlético, Galletti fue el elegido para cubrir la ausencia de La Fiera. Agüero, de nuevo, en banquillo. Por su parte, el Recre salió dispuesto a conseguir la victoria arropado por los mismos argumentos que ha mostrado hasta el momento: orden, intensidad y buen juego.

Avisaron primero los andaluces con sendos acercamientos de Calle y Pablo Amo, pero la respuesta rojiblanca no se hizo esperar. Galletti, conocedor de su nuevo rol, se internó perfectamente por la banda para probar a López Vallejo. En el rechaze, Mista no acertó a rematar y desperdició una clarísima oportunidad.

Instantes después, en el minuto 19, emergió la figura de Fernando Torres, que buscaba su reencuentro con el gol- para cabecear con peligro y mostrar su tarjeta de visita. En la jugada posterior, el Recreativo dispondría de una gran oportunidad tras una buena combinación entre Cazorla, Rosu y Aitor, al que le tembló el pulso en su duelo con Leo Franco.

Desde ese momento, el equipo onubense se adueñó definitivamente del balón. Por si fuera poco, el Atlético tuvo que afrontar un nuevo contratiempo con la lesión de Petrov. Agüero, ansioso, eléctrico, saltó al terreno de juego para aportar más verticalidad al equipo de Aguirre. Con la salida del Kun, los rojiblancos se aproximaron al área de López Vallejo. En una de sus llegadas, Maniche pudo conseguir el gol, pero su remate se estrelló en el travesaño. El remate del portugués puso fin a la primera parte.

Decide Agüero

Tras el descanso, ambos entrenadores movieron pieza: Jurado por parte rojiblanca y Javi Guerrero por el Recre. El partido entró en una dinámica de idas y venidas constantes. Viqueira, muy hábil, engañó Pérez Lima y forzó el penalti de Jurado. Leo Franco detuvo, pero Javi Guerrero no perdonó en segunda instancia.

El síndrome Maxi se instalaba en el Calderón. Con Torres ausente y Agüero maniatado, tuvo que ser Galletti, el elegido, el que salvase los muebles. El argentino tomó ejemplo de la primera pena máxima y volvió a burlar al colegiado, que previamente se había comido un claro penalti de Antonio López sobre Rosu. Fernando Torres, con frialdad, transformó el castigo.

El Recreativo, tocado, tuvo que afrontar un verdadero calvario hasta el final. Un camino plagado de espinas del que sacó provecho Agüero. El argentino, soberbio, emuló al gran Maradona e hizo uso de una mano prodigiosa para hacer vibrar al Calderón. Pérez Lima, completó la faena.

El colegiado, nefasto, engrosó sus historial de despropósitos con la expulsión de Bautista. El jugador, en una mezcla de pillería e incredulidad, aprovechó el despiste del árbitro y se quedó en el terreno de juego cuando en realidad estaba expulsado. Al fin, Pérez Lima enmendó el error ante la presión general del graderío. De chiste.

Para terminar, otra cartulina roja para Seitaridis por una brutal entrada. El epílogo a un partido que se recordará por la genial -¡sí, porqué no!- acción de Agüero, que recogió el testigo de Diego para hacer trizas el 'síndrome' Maxi.

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