Agüero enciende a Messi

Entró Agüero y cambió notablemente el panorama para Argentina, mucho más punzante en el segundo tiempo con la presencia del atacante del Manchester City. Este encendió a Messi, que inició las dos acciones de la remontada. La primera la culminó él mismo tras un centro de Sosa. Y en el segundo lanzó a Higuaín, el remate de este lo despejó Ospina y Agüero remachó, al final del partido, a una Colombia desolada. A pesar del calor y la humedad, el fabuloso trío atacante argentino desbarató en Barranquilla la iniciativa colombiana, en esta cuarta jornada de la liguilla sudamericana de clasificación para el Mundial de Brasil 2014.

En la primera parte, sin embargo, detrás de Higuaín, el más adelantado, y Messi, de mediapunta, hubo un desierto. Alejandro Sabella presentó un equipo de brega en Barranquilla, muy veterano, que dejó desactivados a los delanteros de la Liga española, permitiendo crecer poco a poco a Colombia. Tras empatar en Buenos Aires ante Bolivia, Sabella castigó con la suplencia a Demichelis y Gago. Y cuando se lesionó el central Burdisso, el seleccionador tampoco optó por el defensa del Málaga, sino que recurrió a Desábato, el quinto de los jugadores en el campo con los que coincidió en el Estudiantes.

Sin Falcao ni Guarín, lesionados, Colombia entró con mucha timidez en el choque, sintiendo la falta de remate proporcionada por el atacante del Atlético de Madrid. Pero, ante la inoperancia albiceleste, la selección cafetera fue creyéndoselo. Y, al filo del descanso, un disparo raso de falta desde la esquina del área de Pabón acabó en gol gracias al desvío involuntario de Mascherano. Leonel Álvarez, seleccionador colombiano, corrió la banda enloquecido.

Tras la reanudación, Sabella descargó su triste centro del campo (Guiñazú) a favor de Agüero. A continuación, Argentina tuvo más presencia en ataque, descubrió espacios y llevó la iniciativa, obligando a intervenir en las salidas a Ospina, el portero del Niza. Le faltaba velocidad en la circulación de la pelota y Messi sufría y perdía en los uno contra uno, absorbido por los largos pies del mediocentro defensivo Bolívar. Pero como a La Pulga le sobra tenacidad, insistió e insistió y, a falta de inspiración, encontró la fortuna. Abrió el balón a la izquierda a Sosa y el centro de este lo rechazó de mala manera Ospina, molestado por Yepes. Al seguir la acción, Messi remachó a gol. Agotado Messi, ni el calor ni la humedad pudieron con él. Y fabricó la jugada de la remontada, rematada por Agüero, que había encendido la luz.