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NATACIÓN

Alain Bernard pierde la final de los 100m con su 'viejo' bañador

Un día después de batir el récord del mundo de los 100 metros libres en las semifinales del Campeonato de Francia, justo cuando acababa de dejarlo en 46,94s, en el momento de su triunfo más absoluto, Alain Bernard era un hombre lleno de dudas. ¿Soy yo o mi nuevo bañador?, debía pensar mientras se quitaba su combinación de poliuretano marca Arena, que no ha sido homologada. Se habló entonces, como en los últimos meses, de tecnodopaje, de las ventajas de los nuevos materiales, de si los récords que caen como churros son producto del esfuerzo de los músculos del hombre o del ingenio con el que ha fabricado nuevos tejidos. El debate tuvo ayer una contundente respuesta. Bernard, el coloso, nadó la final de los 100 con su viejo bañador, uno que se ajusta a las reglas. Acabó segundo (47,51s) y a un siglo de su tiempo de la víspera, superado por Frédérick Bousquet (47,15s, tercera mejor marca de siempre).

"Quería ver lo que era capaz de hacer con mi bañador habitual", dijo el gigantón, el chico de los 2m5 de envergadura. "Ha sido una pena, porque tuve un pequeño problema con las gafas al entrar en el agua. Las sensaciones con el bañador que uso habitualmente eran buenas, pero de golpe la cosa no ha respondido como quería". Además, Rafa Muñoz se clasificó para la final de hoy de los 100m mariposa con el mejor tiempo de las semifinales (50,85s).

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