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Entrevista:Alero argentino de San Antonio Spurs | La semana | MANU GINÓBILI

"El 'All Star' es una caricia a mi ego"

Robert Álvarez

Manu Ginóbili, el mejor jugador en la historia del baloncesto argentino, ha renacido tras una larga etapa de lesiones. El alero nacido hace 33 años en Bahía Blanca, all star por segunda vez en su carrera, vuelve a ser pieza clave en los Spurs de San Antonio, que tienen el mejor balance de la NBA: 46 victorias y 16 derrotas.

Pregunta. ¿Les hace ese primer puesto estar más presionados?

Respuesta. Hay más presión que al inicio, pero la más grande nos la ponemos nosotros mismos. No sentimos más porque aventajamos en seis triunfos al segundo. Simplemente, estamos haciendo una gran temporada. Jugamos bien y queremos terminar a gran nivel. No queremos ser el mejor equipo de la primera parte, sino el absoluto.

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P. ¿Cómo ha vivido el All Star?

R. En 2005, cuando lo jugué por primera vez, era muy nuevo todavía. Sí, había salido campeón en 2003, pero era todo como demasiado de golpe. Ahora, después de mi novena temporada, lo he disfrutado más. Sé lo difícil que es estar en él, destacarse y trascender en este tipo de competición, con estos jugadores al lado. Le das más valor. A mis 33 años, lo disfruto y absorbo más.

P. ¿Soñó con dar un alley-oop a Blake Griffin?

R. La verdad es que dar un alley-oop a Griffin no es ningún logro. Es cuestión de tirar la pelota arriba, bien alta. La agarra y llega. El mérito es cuando se lo doy a Tim Duncan. Ahí es donde se me tiene que reconocer. No he soñado con ninguna jugada, pero sí con jugar con Kobe Bryant, con Griffin, con Kevin Durant...

P. ¿Se acuerda ahora de los malos momentos?

R. Tal vez este All Star ha sido para mí más importante que el primero. Pasaron seis años. Uno, con el tiempo, empieza a tener dudas. Siempre tiene alguna flaqueza. Tuve un mal año, 2009. Se insistió mucho. Estaba recontra podrido de que dijeran que ya no iba a ser el mismo, que no me podía mantener sano. Te lo dicen tantas veces, te lo preguntan en cada entrevista, y uno se lo termina creyendo un poquito. Así que compartir cancha con Tim, con Kobe, con los otros nueve monstruos del equipo, ha sido un gran placer y una gran caricia al ego, algo muy grande.

P. Con el paso de los años, ¿cómo evoluciona su juego?

R. Indudablemente, uno se va alejando del aro. Lo hizo Michael Jordan, pese a que a los 37 años seguía siendo explosivo, pasando por todos los grandes jugadores que haya habido. Uno no puede seguir teniendo las mismas piernas y la misma explosividad. Además, enfrente tienes cada vez jugadores más altos, más rápidos, que saltan más, y se hace difícil. Así que esperemos que mi juego se vaya encaminando a tirar más desde fuera y a mejorar desde media distancia. De vez en cuando también hay que hacer alguna penetración para sorprender, para no dejar pensando a los adversarios que uno no puede saltar más.

P. ¿No prevalece la cabeza más que las piernas?

R. Sí, pero hay cosas que la cabeza no puede hacer, que es llegar hasta el aro, hasta tan arriba, o ir a chocar con Howard como lo hacía hace ocho años porque tengo todas las de perder. La cabeza es muy importante. Eso se ve muy claramente con el récord que tiene San Antonio. Hoy por hoy, no somos los más rápidos, no somos los más explosivos, y estamos ahí. La experiencia, la cabeza, es importante.

P. ¿Qué es lo que más le ha emocionado en el All Star?

R. Recuerdo cuando tenía 15 años y veía esto. Era lo más grande. Sentía que venían 24 tipos en una nave espacial y se ponían a jugar. Ahora me ha tocado estar a mí y compartirlo desde dentro. La gente que sigue el baloncesto desde antes de 1990, cuando no se veía en Argentina, creía que eran jugadores especiales, gente rara, gente que no pertenecía a este mundo. Empezamos a lograr un montón de cosas: la plata en el Mundial de Indianápolis, el oro en los Juegos de Atenas... Se hizo más natural.

P. ¿Cuáles son sus posibilidades de volver a ganar el anillo de la NBA?

R. Está claro que ningún equipo es mucho mejor que el nuestro. Hay muchos parejos, buenos: tres del Este, cuatro ahora, porque Chicago es muy bueno. Los Lakers son los Lakers, bicampeones, merecen todo el respeto. Dallas está muy bien de nuevo. Pero nosotros estamos ahí. Por algo tenemos el mejor registro y estamos jugando bien. Nuestra experiencia nos da una ventaja.

P. ¿Y Splitter?

R. Le está costando porque tiene delante grandes jugadores. El equipo es el número uno de la Liga y él arrancó lesionado. Tengo muchísima confianza en él.

P. ¿Pensó realmente en la posibilidad de cambiar de club?

R. Hace dos años, sí. Quedaba libre, no había tenido noticias del equipo y me estaba empezando a mentalizar de que era el momento de cambiar de aires. Pero después todo mejoró, se extendió el contrato y hoy no querría jugar en otro sitio.

P. Si se produce el cierre patronal, ¿se iría a Europa?

R. Depende. De entrada, seguro que no. Si llega enero, no hay arreglo y se suspende la temporada, lo consideraría. Iría a Italia o España, pero no hay lugar para todos en Europa y no muchos clubes de allá van a fichar jugadores que en un mes se pueden ir. ¿Qué ganan el Barcelona, el Olympiacos, un equipo así, si contrata a un jugador y se les va a las tres semanas? No tiene mucho sentido. Pero, si se suspende la temporada en enero, sí que puede darse esa situación.

Manu Ginóbili.
Manu Ginóbili.GETTY

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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