Alonso lo ve imposible

Ferrari llegó a Mónaco a principios de semana desde Montmeló, donde el domingo anterior se había llevado un sopapo histórico. Fernando Alonso, su primer piloto, lideró el Gran Premio de España durante casi 20 vueltas y al final terminó el quinto tras ser doblado por los cuatro primeros. Sin una sola pieza nueva en el 150º Italia según él (aunque el agujero posterior de la tapa del motor indicaba lo contrario), la escudería italiana se encomendó a las habilidades del asturiano de cara a la cita de Montecarlo, un escenario en el que el potencial de unos prototipos y otros queda un poco más igualado.

Alonso lideró dos de las tres sesiones de ensayos libres, se colocó el cuarto en la parrilla, el sábado, y ganó dos posiciones, en carrera, al deshacerse de Webber, en la salida, y de Button, en el tercer cambio de compuestos del británico (vuelta 48). Este resultado no es más que un espejismo a la vista del asturiano, que considera esta segunda plaza flor de un día, atribuible solo a las peculiaridades de la pista. A día de hoy se encuentra perdido en la clasificación general, a 74 puntos de Vettel, y lo más preocupante, sin perspectivas de poder reducir esa desventaja. "En los dos últimos años hemos visto que ganar cinco o seis grandes premios te ha convertido en casi campeón. Vettel ya lo ha hecho", respondió Alonso.

"Para poder enjugar la distancia debemos ganar tres carreras y que él no sume puntos. Creo que eso es imposible en estos momentos porque aún estamos un segundo por detrás de Red Bull en las cronometradas, y eso nos obliga a variar las estrategias. Cuando haces eso, a veces puede salir bien o a veces, mal", argumentó el chico de Oviedo.

"Así que vamos a tratar de mejorar el coche en cada carrera para después pelear por el podio. Este Ferrari es exactamente igual que el de Montmeló, allí fuimos dos minutos más lentos y nos doblaron. Aquí solo han sido dos segundos porque este circuito es único", concluyó el español.